Redacción Internacional, 7 sep.- El Gobierno de
Francia comunicó al de Guinea Ecuatorial que las
autoridades francesas no pueden "interferir en los
asuntos judiciales" que se llevan a cabo en París
contra el segundo vicepresidente de República,
Teodoro Nguema Obiang Mangue, hijo del presidente
Teodoro Obiang.
Así lo
informó a los medios de comunicación locales, el
consejero de la Embajada de Francia en
Malabo, Gilles
Maarek, tras reunirse con el ministro de
Asuntos Exteriores
y Cooperación, Agapito Mba Moku, según publica hoy
la Oficina ecuatoguineana de Información y Prensa.
En julio
pasado, el juez Roger Le Loire, dictó orden de
detención contra Teodoro Nguema Obiang, después de
que "Teodorín", sobrenombre con el que se conoce al
hijo de Obiang, no acudiera a declarar a un juzgado
en París, acusa de desvío de fondos públicos y
blanqueo de capitales.
"No es
una situación agradable; ni para Francia, ni para
Guinea Ecuatorial", recordó Maarek, antes de
asegurar que "el Estado francés no puede interferir
en los asuntos judiciales y en los de prensa".
Agregó
que "la prensa y la justicia francesa son
independientes, por eso no podemos prohibir a los
periodistas hacer su trabajo", indicando que "esta
situación no tiene nada que ver con las relaciones
bilaterales entre Francia y Guinea Ecuatorial".
Para
Maarek, "el asunto sólo concierne a la prensa y a la
justicia, pero no al Gobierno francés; por eso hemos
expresado al ministro de Asuntos Exteriores nuestra
intención de continuar con las excelentes relaciones
bilaterales existentes entre Francia y Guinea
Ecuatorial".
Dijo,
asimismo, que "nosotros, como diplomáticos que
representamos aquí a nuestro país, haremos todo lo
posible para encontrar la solución, ya que las
relaciones bilaterales no deben verse afectadas por
un problema privado".
La
entrevista se produce días después de que el
Ejecutivo ecuatoguineano criticara "el silencio y
pasividad de las autoridades galas competentes, ante
este claro caso de persecución
política y acoso
mediático contra un país al que le unen relaciones
diplomáticas y de cooperación de larga trayectoria".
El
gobierno manifestó por su parte que "se resiste a
caer en esta clara provocación e incitación a la
confrontación que, a todas luces, esconde
intenciones desestabilizadoras que nada tienen que
ver ni con la justicia, ni con la preocupación por
los derechos humanos y la transparencia", dice el
comunicado firmado por el ministro de Información,
Agustín Nze Nfumu. EFE
ao/chs
http://noticias.lainformacion.com/politica/gobierno/paris-comunica-a-malabo-que-no-puede-interferir-en-los-asuntos-judiciales_3rcMMNOeFRfpmhQg6FTRv7/
A:
Esta es una noticia,
aparentemente sin problemas, que en realidad está
llena de trampas. Lo está porque no es fiable la
fuente (la agencia EFE tratando temas de Guinea),
porque está preparada por un redactor claramente
parcial (un militante del PDGE, el partido de la
dictadura en Guinea. Un partido vocacionalmente
mentiroso y antidemocrático), y porque el
protagonista es un diplomático, con lo que se mezcla
el lenguaje específico de su profesión con lo que
sería un lenguaje informativo normal.
La
agencia EFE, en temas guineoecuatorianos, milita en
el PDGE. Favorece siempre que puede las tesis del
régimen dictatorial guineoecuatoriano y cuando esto
es imposible, cuando se trata de asuntos tan
incontestables como los actos delincuentes del
primogénito del dictador en la capital francesa,
quiere aparentar un cierta neutralidad y en realidad
juega a otra cosa.
¿Cual es
el objetivo real de esta noticia? Con toda
evidencia, trata de sembrar la confusión sobre la
posición francesa e introducir en el circuito de
noticias, al mismo nivel de las declaraciones del
embajador Maarek, la posición que sobre este tema
tiene el gobierno de Obiang y a la que añade unas
pocas frases de Nzé Nfumu. Una posición
increíblemente estúpida, que solo habla mal de
quienes son capaces de imaginarla. Se demuestra, eso
sí, que en el régimen de Obiang, todos son
Luquito. Todos son igual de torpes, todos
carecen de principios y todos se venden a diario al
dictador.
Con todo,
hay algo incontestable: "la prensa y la justicia
francesa son independientes" (algo que no pasa, ni
de lejos, en Guinea) y por más que el embajador
desease tener las mejores relaciones con el gobierno
de Guinea (este es el ideal de cualquier embajador
en todos los países del mundo: no tener problemas
con el gobierno de turno), no parece que vaya a ser
posible...
Digamos
por último que discrepamos en una cosa con el señor
Gilles Maarek (o al menos con las palabras que pone
en su boca "ao"). No creemos que las indudables
dificultades a las que se enfrenta respondan a "un
problema privado". La esencia de la demanda
presentada ante la justicia francesa contra el hijo
del dictador se basa precisamente en que se
interpreta su comportamiento como un problema mucho
más general que afecta (perjudica gravemente) al
conjunto del pueblo de Guinea y por solidaridad
entre los pueblos, a todos los pueblos del mundo.