ACTA DE LA DECIMOSÉPTIMA
SESIÓN PLENARIA
En Madrid, a veintinueve de mayo de mil novecientos sesenta y ocho,
en el Salón de Embajadores del Ministerio de Asuntos
Exteriores, tiene lugar la XVII Sesión Plenaria de la II
Fase de la Conferencia Constitucional de Guinea Ecuatorial,
bajo la presidencia del Vicepresidente de la misma, Excmo.
Señor Don Ramón Sedó Gómez, Subsecretario de Política
Exterior, con la asistencia de las Delegaciones del Gobierno
español y de la Guinea Ecuatorial.
La Mesa queda
constituida por el Excmo. Señor Don Ramón Sedó Gómez, el
Excmo. Señor Don Gabriel Cañadas Nouvilas, Secretario
General del Consejo Superior de Asuntos Exteriores y de la
Conferencia y el Iltmo. Señor Don Juan Duran-Loriga,
Subdirector General de África y Próximo Oriente.
El Presidente de
la Mesa abre la sesión a las diecinueve horas y veinticinco
minutos y dice:
EL SEÑOR
PRESIDENTE:
Se abre la
sesión. Tiene la palabra el Señor Ibongo.
EL SEÑOR IBONGO
(D. SATURNINO), del MONALIGE:
Gracias, Señor
Presidente. Ayer presenté una propuesta con relación a que
la Delegación guineana se pusiera de acuerdo para la
elección de la Bandera, pero creo que mi estancia fuera de
Guinea fue la culpa de que haya propuesto la reunión, porque
la Guinea entera ya tenía su bandera decidida, y entonces,
como no conocía yo la historia de la evolución de muchísimas
cosas, esta tarde nos hemos reunido unos pocos, pero existía
en el aire un quorum ideológico y moral. La Bandera, que la
tienen ahí a la derecha, junto a los taquígrafos, es la
Bandera de la Guinea Ecuatorial, porque todos los aquí
presentes, todos, han militado en los partidos, políticos,
en la cruzada de liberación, en el Monalige, en el Munge, en
el I.P.G.E. y en todas aquellas organizaciones que
trabajaron en la clandestinidad ante la situación "modus
vivendi" que creó en Guinea respecto a los partidos
políticos cuando llegó la autonomía.
Creo que voy a
hablar al sentimiento nacionalista de mis compañeros
Delegados de Guinea Ecuatorial, que esta Bandera, bajo la
que muchos de ellos participaron en aquellos momentos de
pasión nacionalista, que fue el elemento inspirador de su
pasión ante una situación que tenía que cambiar, en aquellos
momentos en que muchos de nosotros, por razones de edad,
éramos aún niños y ellos siguen reconociendo, son los
verdaderos padres de la Patria, espero que no pongan
objeción y que por aclamación se acepte esta bandera verde,
blanca y roja, que representa, por una parte, la riqueza del
país, el verde de la selva ecuatorial, el verde del cacao,
el verde del café, el verde de la esperanza de un país
fructífero. El blanco, símbolo de la paz, de la concordia,
de la armonía de todos los hombres de la Guinea Ecuatorial;
y el rojo que simboliza nuestra lucha por la independencia,
una lucha que no ha tenido quizás ciertos aspectos que han
tenido otros países africanos pero que ha supuesto
sacrificios, abandono de familia y exilio para muchos de los
que están aquí presentes, ha supuesto por otra parte
conseguir de las autoridades del país el paso que en este
momento, o dentro de unos meses vamos a coronar.
Creo que con esta
descripción, la Bandera de Guinea debería representar para
nosotros lo que representa la Bandera especialmente en un
momento de pasión nacionalista, pero una pasión
racional, porque la política en África como dice A. Diop es
poética porque es política y es pasional porque es política.
Por tanto, es humanismo.
Estamos creando
un país y este símbolo del país es la Bandera de Guinea. Por
tanto, pido a la Delegación guineana, por las razones que
acabo de exponer, que, por aclamación, se considere como
Bandera guineana la que va descrita en el papel que se ha
distribuido.
EL SECTOR
PRESIDENTE:
¿Algún miembro de
la Delegación guineana quiere tomar la palabra sobre este
asunto, para apoyar o poner objeciones a la propuesta? El
silencio se considera como asentimiento a lo manifestado por
el Señor Ibongo. Por parte de la Delegación española no hay
objeciones a la aceptación de esta Bandera, como símbolo del
Estado independiente de Guinea.
EL SEÑOR GANET
BOUKO.(D. MARIANO), de la Unión Bubi:
La Unión Bubi no
está de acuerdo con esto.
EL SEÑOR
COPARIATE MUEBAQUE (D. GASPAR), de la Unión Bubi:
Tampoco estoy de
acuerdo, porque no se ha consultado con nosotros.
EL SEÑOR SILA (D.
DOMICIO), de la Unión Bubi:
Como sustituto de
D. Francisco Dougan, no estoy de acuerdo, como la Unión
Bubi.
EL SEÑOR
PRESIDENTE:
Tiene la palabra
el Señor Torao.
EL SEÑOR TORAO
(D. PASTOR), del MONALIGE:
Muchas gracias,
Señor Presidente. Quisiera demostrar la extrañeza ante esta
disconformidad del pueblo bubi ante la elección de un
símbolo que hicieron los mismos bubis. Quisiera aclarar que
la Bandera ésta fue seleccionada por los bubis en una finca
de caza, precisamente en el poblado de Santiago de Balar, y
me extraña que uno de los que acaban de demostrar su
disconformidad fue mi Secretario, el Señor Copariate, ya que
estuvo presente y además, aquí hay otros miembros que
también formaban parte de aquella reunión, cuando aquellos
momentos se empezaban todas esas acciones acerca del
Movimiento que mantenemos y que luego, no obstante ello,
pueden ahora plantear los motivos nuevos que encuentran como
causa primordial para negar este símbolo; y todo podrá ser
aceptado, cuando comprobemos que son reales los que aporten.
EL SEÑOR
PRESIDENTE:
Por última vez
(dirigiéndose al Señor Copariate, que pide la palabra).
Agradeceremos que cualquier negativa sea razonada, porque si
se trata sólo de expresar un capricho personal, será muy
difícil tomarlo en consideración.
EL SEÑOR
COPARIATE MUEBAQUE (D. GASPAR), Unión Bubi:
Para aclarar,
precisamente, Señor Presidente. Comprenderán ustedes que una
persona que está aquí tiene palabra de honor o no la tiene.
Lo que no se puede estar es cambiando a cada momento. Cuando
venía aquí, el Señor Torao ha venido en representación de un
partido político, el Monalige, y yo en representación de los
naturales de Fernando Póo, y esos señores, los de Fernando
Poo, desde la primera fase, usted, Señor Presidente, no
ignora eso, que Fernando Póo ha deseado gobernarse por sí,
que hemos presentado un proyecto de Constitución donde
había, una bandera para Fernando Póo y ahora creo que es
absurdo decir que reconozco otra cosa. Mantengo mi postura.
Pero si ustedes, el Gobierno español, en su declaración se
consigna la salvaguarda y resulta que ahora nadie sabe cómo
se tiene que salvaguardar Fernando Póo, entonces nosotros
consideramos que es una imposición, pero sin el
consentimiento de Fernando Póo.
EL SEÑOR
PRESIDENTE:
La actitud del
Señor Copariate rechazando esta insignia se basa únicamente
en que él no acepta más bandera que la de Fernando Póo
independiente. No es ésta una razón que pueda surtir efecto
en esta Conferencia. El Señor Eworo.
EL SEÑOR EWORO
OBAMA (D. ANTONINO), del I.P.G.E.:
Muchas gracias,
Señor Presidente. Es extraño qué pronto me conceden la
palabra. Es la primera vez.
EL SEÑOR
PRESIDENTE:
No sabe lo buenos
que somos. Se irá convenciendo poco a poco.
EL SEÑOR EWORO
OBAMA (D. ANTONINO), del I.P.G.E.:
Sólo quiero
hacerle ver y saber, aunque ayer tarde, según el Señor
Presidente, si nos reservamos de protestar los puntos que
han sido puestos en la Mesa, quizás más tarde no podríamos
hacerlo, no tendría validez, quiero no obstante hasta ahora
seguir manteniendo, en nombre de mi Movimiento y del
Secretariado -aunque muchos quieran decir que no está
autorizado y claro totalmente, porque no somos ahijados de
la buena mesa- pero me permito decir que nosotros hasta el
momento, no solamente la bandera sino de todo cuanto so
puede tratar hasta el momento que tengamos todo concreto, no
podemos protestar los puntos malos ni aprobar los puntos
buenos. Me abstengo hasta el momento oportuno.
EL SEÑOR
PRESIDENTE:
¿Sobre la bandera
se abstiene también?
EL SEÑOR EWORO
OBAMA (D. ANTONINO), del I.P.G.E.:
Todo hasta el
momento.
EL SEÑOR
PRESIDENTE:
Gracias por su
espíritu de colaboración (Risas.) ¿Alguien más quiere
hablar? El Señor Nang.
EL SEÑOR NANG
ONDO (D. ANTONIO CANDIDO):
Únicamente me
parece es torpe que aquí estén pintadas cosas que en
realidad no debemos, como el color rojo, símbolo de la
sangre ¿de qué?
EL SEÑOR
PRESIDENTE:
Por favor, vamos
a dejar el debate sobre la bandera hasta que venga una
propuesta firmada y con la conformidad de toados los
guineanos que acepten la unidad. Los que no, no tienen
derecho a opinar sobre la bandera, porque se colocan fuera
del ámbito político señalado en la declaración
gubernamental. Aquéllos que quieran una bandera única para
Fernando Póo no pueden opinar sobre la bandera del Estado
único de Guinea.
EL SEÑOR NANG
ONDO (D. ANTONIO CANDIDO):
No había
terminado.
EL SEÑOR
PRESIDENTE:
Si va a hablar
sobre la bandera es inútil.
EL SEÑOR NANG
ONDO (D. ANTONIO CANDIDO):
Después de tener
una materia en la asamblea, usted corta el debate. Entonces,
el mismo acuerdo que se tomó ayer de sustituir el idioma
castellano por el español, no debía ser examinado en la
Conferencia, porque hay muchas cosas que se llegan a decir,
que solamente se recogen en Acta y se tiran después. Así no
podemos seguir. Una cosa tomarla y otra dejarla, porque lo
aprecie la Presidencia.
EL SEÑOR
PRESIDENTE:
Naturalmente. La
Presidencia tiene que apreciar cuándo alguna propuesta queda
aceptada o no. Es su competencia y su misión. Usted puede
criticar las decisiones de la Presidencia, pero en ningún
caso usted decidirá en definitiva. Le digo que el debate
sobre la bandera ha quedado clausurado. La Presidencia
observa que no hay unanimidad. Habíamos dejado la solución
de este problema a la Delegación guineana. No vamos a perder
más tiempo. Queda el artículo nueve en blanco, a reserva de
que los delegados guineanos lleguen a un acuerdo. Si esto no
ocurre, será el primer Gobierno de la Independencia el que
escoja la bandera.
Voy a dar la
palabra al Señor Cabanas.
EL SEÑOR CABANAS:
Muchas gracias.
Se trata, sencillamente, de un cumplimiento de lo
establecido por la Conferencia. Dar cuenta de que el Grupo
español de trabajo ha examinado, con toda detención y todo
cuidado, las observaciones que durante el Plenario de ayer
se hicieron al texto del título primero. De las
observaciones formuladas, el grupo ha considerado proponer a
la Mesa que sean aceptadas las siguientes:
En primer lugar,
la que fue formulada en el artículo 1º en el párrafo 3º, que
en el texto que se presentó decía "La Provincia de Femando
Poo comprende la isla de este nombre y la de Annobón",
alguien propuso que se añadiese "e Islas adyacentes". Se
considera que puede ser perfectamente aceptado.
En segundo lugar,
en el artículo 2º, y por razones de claridad, también se ha
aceptado clarificar este artículo en el sentido siguiente.
El texto repartido decía: "La soberanía nacional pertenece
al pueblo guineano, quien la ejerce a través de sus
Instituciones, cuyos titulares son elegidos por sufragio
universal y directamente por vía de referendum".
Había aquí una
pequeña cosa, defecto de expresión, y, en consecuencia, el
grupo ha pensado que quedaría más claro diciendo que "los
titulares sean elegidos por sufragio universal y también
directamente por vía de referendum".
En tercer lugar,
en relación con el artículo 4º, el Grupo pensó que podía ser
perfectamente aceptado el espíritu, si no exactamente la
letra, de una enmienda aquí formulada ayer, en el sentido de
introducir y de concordar este artículo con lo definido en
el artículo 1º. El artículo 4º, tal como fue distribuido,
decía: "Todo acto de discriminación racial, étnica, o
religiosa y toda propaganda que atente a la seguridad
interior o exterior del Estado o a su integridad
territorial, será castigado por la Ley". El Grupo propone
ahora se introduzca la siguiente modificación que responde a
una enmienda ayer formulada y que considera perfectamente
aceptable porque es armónica con el contenido del artículo
1º. En la propuesta que se hace a la Mesa el nuevo artículo
4º, diría: "Todo acto de discriminación racial, étnica o
religiosa y toda propaganda que atente a la seguridad
interior o exterior del Estado ..." hasta ahí exactamente
igual; se suprimiría el "o" para sustituirlo con una coma,
"a su integridad territorial", conservando al mismo tiempo,
y añadido ahí "o a las garantían constitucionales de las
provincias", (es el equilibrio de los párrafos del artículo
1º) "será castigado por la Ley".
De otro lado, ya
se introdujo ayer, por vía de error sencillamente
mecanográfico, la palabra "Institucional" en el artículo
6º,al final, para calificar la Ley respecto a la
nacionalidad. Debe también quedar recogido.
Y en el artículo
7, después de varias intervenciones de diversos oradores, y
también de acuerdo con lo manifestado por el Señor
Presidente, el Grupo también propone que se sustituya la
palabra "castellano" por "idioma español", quedando en
consecuencia así este primer punto: "El idioma oficial del
Estado será el idioma español".
Estas son, Señor
Presidente, de las observaciones formuladas ayer, aquellas
que el Grupo considera que deben ser propuestas a la Mesa
para su ulterior decisión. Muchas gracias.
EL SEÑOR
PRESIDENTE:
La Mesa acepta
las recomendaciones del Grupo de Trabajo español y, por lo
tanto, estas enmiendas o correcciones se incorporarán al
texto definitivo.
Tiene la palabra
el señor Barreiro.
EL SEÑOR
BARREIRO:
Señor Presidente.
Señores Delegados. Permítanme que dé cuenta, sucesivamente,
de los trabajos realizados esta mañana por el Grupo de
redacción constituido. Tienen ustedes a la vista el texto
que se ha distribuido, después de la redacción que se
formulado para el título II que trata de la Jefatura del
Estado. Se nos planteó esta mañana, en primer lugar, el
problema de la sistemática de los títulos de la
Constitución. Sistemática que no hemos decidido previamente
pero que, al menos esta mañana, no planteó ningún problema,
porque, parece lógico y natural que después de las
consideraciones generales sobre el Estado y los ciudadanos,
se trate, en un sistema presidencialista, de la Suprema
Magistratura del Estado, que es el Presidente de la
República. Y por la conexión que con este órgano tiene el
Consejo de Ministros.
De los artículos
redactados, en el primero de ellos, artículo 10, se dice:
"El Presidente de la República dirige la política nacional y
su autoridad se extiende a todo cuanto conduce a la
conservación del orden público en el interior y a la
seguridad del Estado en el exterior, conforme a la
Constitución y a las Leyes".
Este articulo, si
"bien motivó cierto diálogo entre los Delegados presentes,
no planteó ningún problema especial, ni lo plantea teniendo
a la vista los textos que hemos manejado. ¿Continúo con la
lectura, Señor Presidente?
EL SEÑOR
PRESIDENTE:
Si, por
favor.
EL SEÑOR
BARREIRO:
El articulo
siguiente, que lleva el número 11, dice: "El Presidente de
la República,
a) Representa a
Guinea en los actos de la vida pública y en las relaciones
internacionales.
b) Es Jefe de las
Fuerzas Armadas.
c) Confiere los
honores y recompensas del Estado.
d) Promulga las
Leyes en las condiciones previstas en el articulo ..."
Se ha dejado en
blanco suponiendo que más adelante habrán de establecerse
las condiciones en que han de ser promulgadas las Leyes.
"... y garantiza
la ejecución de las mismas.
e) Recibe y
acredita a los Embajadores.
f) Ejerce el
poder reglamentario.
g) Ejerce el
derecho de gracia.
h) Nombra a los
funcionarios públicos estatales de acuerdo con las Leyes.
i) Crea, organiza
y garantiza los servicios administrativos necesarios para el
cumplimiento de su función."
Alrededor de este
artículo se entabló un debate bastante animado, que trajo
como consecuencia el que se introdujesen algunos de los
párrafos que tienen ustedes a la. vista, concretamente el
apartado e), que fue acogido a sugerencia de uno de los
Delegados presentes -creo que fue el Señor Don Esteban Nsue-,
y algún otro problema se debatió a propósito del apartado
b), en donde algunos delegados defendían y razonaban su
posición para conseguir que se sustituyese la mención de
"las Fuerzas Armadas" por la de "los Ejércitos".
El grupo estimó
que la expresión "Fuerzas Armadas" era más amplia que la de
"los Ejércitos", que no predeterminaba la cuestión latente
en este apartado, que tal vez se presente más adelante, en
cuyo caso será el momento oportuno para discutirla y, por
consiguiente, no valía la pena de establecer ninguna
modificación, y esta posición parece que mereció en
principio la aprobación de gran número, por lo menos, de
Delegados que habían provocado la discusión.
En el artículo
12, que dice lo siguiente: "El Presidente de Guinea
Ecuatorial es elegido por sufragio universal directo y
secreto de los ciudadanos mayores de edad en Colegio
Nacional único.
El mandato del
Presidente de la República será de cuatro años.
Será elegido el
candidato a la Presidencia que reúna la mayoría absoluta de
los sufragios. En caso de que ninguno la obtuviera, la
Asamblea de la República procederá a la elección entre los
dos que hayan reunido mayor número de votos.
Los candidatos a
la Presidencia habrán de ser nacionales de Guinea Ecuatorial
y tener más de treinta años de edad.
La Ley de
Incompatibilidades establecerá las profesiones o funciones
incompatibles con la Presidencia de Guinea Ecuatorial.", se
trabó un animado debate alrededor del problema fundamental
que se recoge en este artículo y que se refiere al sistema
de elección del Presidente de la República. Algunos
Delegados recordaron que, en la declaración formulada por el
Señor Gómez de Aranda en nombre de la Delegación española,
se partía de un sistema de elección por compromisarios,
mientras que en la redacción que se proponía -realmente no
llegó a ser propuesta más que después de que la discusión
parecía agotada- se establece el sufragio universal directo
y secreto.
La posición de la
Delegación española fue de prudente expectativa, sin tonar
partido en una cuestión tan delicada, hasta que, al final,
los argumentos de algunos Delegados, favorables al sistema
de elección por sufragio universal directo y secreto de
todos los guineanos mayores de edad, parecieron clarificar
un poco la posición del grupo. Efectivamente, se dijo esta
mañana que la elección directa reforzaba la posición del
Presidente de la República, cono un apoyo popular
imprescindible para el asentamiento del régimen que se
establezca en el nuevo Estado, y que, por otra parte, el
sistema de compromisarios no garantizaba el equilibrio que
se buscaba con él, complicaba la elección e interponía entre
el pueblo soberano -según hemos declarado en algunos de los
artículos anteriores- y el Presidente de la República una
serie de mandatarios que reblandecían el mandato democrático
del Presidente. Se dijo también esta mañana que más
importante que el sistema de designación podían ser las
condiciones personales que había de reunir el candidato, y,
por consiguiente, algunos Delegados cargaron el acento en la
necesidad de establecer las condiciones de aptitud e
idoneidad necesarias para ser elegido candidato.
Por parte de
algunos Delegados que sostenían su preferencia por el
sistema de elección mediante compromisarios, se llegó
efectivamente a decir que este aspecto de las condiciones
personales era muy importante y que, si fuese debatido, si
se plantease en la Asamblea Plenaria, o si el Grupo de
Trabajo se comprometiese a dejar establecido en la propia
Constitución cuáles habían de ser estas condiciones,
condiciones que tendían a una selección del candidato en
función de las posibilidades de Guinea, parece que no
insistirían demasiado en su postura.
El Señor Gori,
aquí presente, tuvo que ausentarse en el momento más álgido
de esta discusión, pero precisamente estoy pensando en
alguna de sus manifestaciones cuando hago el relato de la
forma Ce cómo transcurrieron los hechos.
El Grupo ha
redactado precipitadamente este articulo, porque la
discusión se prolongó y era necesario terminar el trabajo
para someterlo a la Asamblea Plenaria, y no deja de
reconocer que alguno de los puntos que aquí aparecen, es
posible que merezcan una redacción más depurada. No
obstante, cumpliendo con el mandato que la Asamblea nos ha
conferido, traemos el trabajo a su consideración, haciendo
constar seguidamente que el resto de los artículos que
aparecen redactados no provocaron ninguna discusión en el
seno del Grupo. Fueron redactados sobre la marcha teniendo a
la vista los textos antecedentes. Fueron leídos, pura y
simplemente, y no provocaron -insisto- ninguna discusión.
El artículo 13
dice que "El Presidente de la República será asistido por un
Consejo de Ministros, nombrado y revocable libremente por
él.
Un tercio al
menos de los Ministros deberá ser natural de una de las dos
Provincias.
El Jefe del
Estado en Consejo de Ministros constituye el Gobierno de la
Nación."
El artículo 14
establece que "El Vicepresidente será un Ministro nombrado
por el Presidente entre los nacionales de Provincia distinta
de aquélla de la que él proceda. Ejercerá las funciones que
en él delegue el Presidente de la República y desempeñará
provisionalmente las competencias de la Presidencia en caso
de vacancia, ausencia o incapacidad de su titular."
El artículo 15
dispone que "El Consejo de Ministros delibera sobre las
decisiones referentes a la política general del Estado, los
proyectos legislativos, la promulgación de las Leyes, los
actos del Presidente de la República que deben revestir
firma de Decreto, el nombramiento para los cargos superiores
de la Administración, cuya determinación se establecerá por
Ley y en los demás casos expresamente previstos en esta
Constitución."
Nada más, Señor
Presidente.
EL SEÑOR
PRESIDENTE:
¿Algún miembro de
la Delegación guineana quiere hacer alguna observación?
EL SEÑOR
NASCIM1ENT0 CEITAS (D. MANUEL):
Yo creo que el
Grupo de Trabajo que se reúne por las mañanas para elaborar
el texto constitucional, tiene cono base de su trabajo, ante
todo, el repertorio que nos entregó la Delegación española,
así como la disertación del Señor Gómez de Arando., que, por
lo que dijo el Señor Presidente, era la postura de la
Delegación española.
En lo que
respecta a la elección del Presidente, dijo la Delegación
española por boca del Señor Gómez de Aranda lo siguiente
-permítanme que lo lea-: "Además, tenemos una cosa muy
importante, que es la elección de Presidente de la
República. Esto es de enorme interés, porque por muchas que
sean las necesidades, por mucho que sea el contrapeso que
queramos establecer, siempre cabe la suspicacia, mucho más
en las minorías que serán las que, a última hora, darán la
verdadera solución. Entonces, podría, arbitrarse para la
elección de Presidente de la República un Colegio de
Compromisarios paritario, en igualdad de condiciones, un
Colegio paritario, de unos y de otros, para elección de
Presidente de la República, no uno más ni uno menos, en
partes iguales, un Colegio de Compromisarios para elegir
-repito- al Presidente de la República". Esta declaración
creo yo que es uno de los elementos de trabajo que tiene la
Conferencia.
Otro instrumento
de trabajo son las modificaciones que presenta la Unión
Democrática al Anteproyecto. Nosotros decíamos que el
Presidente de la República de Guinea Ecuatorial es elegido
por compromisarios de las dos provincias autónomas, los
cuales serán designados por sufragio universal secreto de
los guineanos mayores de edad en sus respectivas provincias.
Una Ley orgánica fijará el número do compromisarios para la
elección presidencial. Será elegido candidato a la
Presidencia el que sume la mitad más uno de los votos de los
compromisarios provinciales. En caso de que ninguno
obtuviera esta mayoría, la Asamblea de la República
procederá a la elección entre los dos candidatos que hayan
obtenido más o menos el mismo número de votos. El mandato
del Jefe del Estado será de cuatro años.
El Señor Gori
presentó a la Mesa una sugerencia apoyando, en nombre de
Fernando Póo, cuya Diputación preside, la designación de
Presidente de la Asamblea de esta forma.
Entonces, tenemos
un tercer documento que es el Anteproyecto hispano-guineano
y luego, las sugerencias o enmiendas presentadas por el
grupo de los 23 y, quizás, algún otro.
Tiene preferencia
sobre todas estas enmiendas, creo yo, la postura de la
Delegación española, siempre que no se llegue a un acuerdo
entre todos los Delegados guineanos. La postura de la
Delegación española respecto a nombramiento de Presidente es
que se nombre por un Colegio de Compromisarios. La postura
no era precisamente que se elija al Presidente de acuerdo
con la letra del artículo 18 del Anteproyecto
hispano-guineano. No se llegó a un acuerdo sobre este
extremo. Naturalmente, hubo diversas intervenciones esta
mañana sobre nombramiento de Presidente, en las cuales hubo
guineanos que creían que el Presidente tiene que salir por
elección directa, proponiendo que la Constitución fijase
unas condiciones de aptitud e idoneidad para ocupar este
cargo. Todos conocemos a nuestro pueblo. Desde el momento en
que se establezca en la Constitución, por ejemplo, que el
Presidente de la República habrá de ser un universitario o
alguien que tenga el Bachillerato superior, etc. etc., toda
la población dirá que se ha hecho una Constitución para
facilitar la vida a cuatro, cinco, seis o siete señores y
rechazará la Constitución. Aquí hemos visto con qué fuerza
se revuelven los Delegados guineanos contra señores
nuestros, que son abogados, que tienen un título. Desde el
momento en que se ponen unas condiciones mínimas para que un
señor pueda ser Presidente de la República, por mucho que lo
intentemos, no conseguiremos nada, por sufragio.
En cambio, si de
trata del Colegio de Compromisarios, esas condiciones
mínimas pueden tener un poco más de flexibilidad, porque,
incluso, esos compromisarios tienen que reunir unas
condiciones mínimas para ser compromisarios. No puede ser
cualquiera compromisario para elegir a un Presidente.
También se dijo
que se corría el peligro de que los compromisarios se vieran
influenciados por ciertas situaciones económicas, etc. Es
posible, pero también por un sufragio universal directo la
población -que en un 80 ó 90 por ciento es analfabeta- va a
votar al que le ponga la papeleta en la mano.
Es posible que
muchos de los señores aquí presentes no estén de acuerdo
conmigo, Perdone, Señor Presidente. Yo sé cuántos
analfabetos tiene la isla de Fernando Póo, a los que, en un
momento determinado, se les puede dar un papel para que
vayan a votar.
Claro, si cada
Delegado guineano cree que el saber leer y escribir es
únicamente firmar, entonces ya está superado el
analfabetismo, lo que demuestra hasta qué punto la
mentalidad del africano, en este momento de la Guinea,
entiende lo que es saber leer y escribir. Se cree que saber
leer y escribir es simplemente saber firmar y leer su
nombre, etc. Leer y escribir es mucho más. La población de
Guinea es analfabeta en el ochenta por ciento, porque no
sabe leer ni escribir.
Por lo tanto,
nosotros, la Unión Democrática, abogamos por el sistema de
compromisarios, en el cual se hallan unas condiciones
mínimas para los compromisarios y unas condiciones mínimas
para los que tienen que elegir al Presidente de la
República.
Además, aunque
nosotros lo hemos propuesto, creo que esto también, esta
declaración del Gobierno español, no vamos a darle vueltas,
por tanto, en este proyecto inicial guineano se tendrá que
reflejar exactamente cómo entiende la Delegación española
que se tiene que nombrar al Presidente de la República.
Este Colegio, que
tiene que ser paritario entre uno y otro territorio, en este
Colegio, nosotros entendíamos también que tiene que ser
paritario para las minorías etnicas que tanto se barajan
aquí, buscar un equilibrio entre las minorías étnicas de
todo el territorio, para el nombramiento de este Presidente.
EL SEÑOR
PRESIDENTE:
Muchas gracias,
El señor Gómez de Aranda ha pedido la palabra.
EL SEÑOR GÓMEZ DE
ARANDA:
Con la venia.
Señores miembros de la Conferencia: sobre la elección
directa, me parece oportuno decir unas palabras. Siempre,
una vez más, es lamentable para los miembros de la
Delegación española verse incomprendidos por los extremos
radicales de una y otra tendencia. Quizás sea éste el sino y
el destino de quien busca un equilibrio entre unos y otros,
el de encontrar incomprensión y criticas de ambos extremos.
Fundamentalmente,
la nueva África, el nuevo nacionalismo africano, se
configura sobre la base territorial. Es cierto que estos
territorios provienen fundamentalmente del proceso colonial,
fundamentalmente del Pacto de Berlín de 1.885, con
antecedentes y variaciones, pero fundamentalmente éste, y
que desde luego superponen estos esquemas coloniales sobre
bases territoriales, étnicas, etc., heterogéneas y
arbitrarias. Esto es verdad, pero señores, aunque sea así,
es cierto que el nuevo nacionalismo africano se configura y
se moldea sobre estas bases territoriales. Se entiende que
fundamentalmente, para superar los racismos, los tribalismos
o, como se dice hoy, los neoetnismos, la base fundamental es
el territorio. El desarrollo político, económico y social
sobre la base territorial, es el que forja las nuevas
patrias, las nuevas nacionalidades, lo que puede fundir en
una nación, en una patria estas diferencias tribales, estas
diferencias neoetnicas. Por esto, cualquier intento en
contra de ello, -como el intento de la Federación de Malí,
está abocado al fracaso, y entonces la Conferencia de Addis
Abeba del año 1963, en su Carta, fundamentalmente se base y
ratifica que hay que garantizar la soberanía y la integridad
de las fronteras de los nuevos estados africanos. En
realidad, es tal como fuera configurado por las viejas
colonias, con el viejo reparto colonial, lista es
fundamentalmente la plataforma de esa unidad, es el marco de
la soberanía de los nuevos pueblos para forjar las nuevas
naciones, las nuevas comunidades políticas.
Para forjar esta
unidad, fundamentalmente se va hacia un poder personal y
fuerte. Sobre todo a partir de 1.958, van trazándose, sobre
el molde de la Constitución de la V República francesa, las
nuevas Constituciones de los Estados africanos subsharianos
en su mayoría, pero también los otros, y sobre todo, a
partir de 1.960 se refuerza todavía más los rasgos del poder
personal del poder ejecutivo y se va a un régimen
presidencialista reforzado por un ejecutivo efectivamente
fuerte. Estos son los rasgos fundamentales de los nuevos
Estados, de las nuevas Constituciones. Es cierto que sobre
las líneas generales caben especialidades, y ésta es una de
ellas, la voluntad de Guinea Ecuatorial, con
particularidades, con las salvaguardas que hemos definido de
la Isla de Fernando Póo, y entonces tenemos que tender a
estos dos puntos: Por un lado, digamos, el compromiso previo
general de la Conferencia de Addis Abeba, de la ONU, y
además, la tendencia mundial de conservar esta unidad
territorial como base de la futura Patria, de la Patria que
se está haciendo, con el plebiscito de todos los días, como
decía Renar. Ese es el único compromiso que tenía y que
tiene la Delegación española. Fuera de esto, no hay otro
para nosotros. Por tanto, aquí propiciamos y es cierto -me
corresponde a mí la explicación, puesto que yo fui el
portavoz, en ese momento, de la Delegación española- el
sistema de compromisarios, para mí un sistema como otro
cualquiera. No lo voy a defender ahora. Recuerdo que
entonces lo atacó el Sr. Macías. No era un sistema
intocable, impresentable, antidemocrático. Era un sistema.
Una democracia, una de las más -maduras del mundo, la
norteamericana -aparte de los problemas que tenga- tiene
para la elección de Presidente, este sistema de
compromisarios. Los compromisarios responden a un mandato
imperativo, como responde también realmente la elección de
Presidente y, aunque sea por compromisarios, se convierte de
hecho en una elección popular y directa. Se cuenta hasta el
caso de unos compromisarios que habían votado a un
Presidente que había muerto entre la elección de los
candidatos y el nombramiento de Presidente. No es que sea
aconsejable nombrar a un cadáver; los cadáveres, a veces,
votan, pero no deben ser votados. Y perdonen esta broma.
Lo que aquí se
cita es como ejemplo de la fidelidad estricta tienen los
compromisarios al mandato que reciben para designar al
Presidente. Quería decir sobre esto de las dificultades del
sistema de compromisarios - y termino - que era un sistema
como cualquier otro, presentable y democrático. Ahora bien,
después, la Delegación española sigue estudiando las
enmiendas, estudia hoy, en el grupo de trabajo, las
diferentes propuestas, las diferentes posiciones de los
Delegados guineanos y entonces, como esto no era vinculante
para todos, que era vinculante únicamente para la Delegación
española, no para la Conferencia, o sea que si efectivamente
la Delegación guineana hubiera aceptado que era vinculante,
pero se este sistema de compromisarios no es aceptado, no es
vinculante, puesto que era un simple ofrecimiento de la
Delegación española, entonces vienen las enmiendas a la
totalidad del grupo de los veintitrés, teniendo en cuenta el
parecer de Monalige y otros pareceres, entonces y no por
versatilidad, no por falta de confianza, sino dócil a lo que
era la tendencia general, o por lo menos muy acusada de la
Delegación guineana, se ofrece esta elección directa.
Pareció que era preferible para forjar la unidad de este
nuevo pueblo tener este Presidente ampliamente respaldado
por un consenso, por un colegio popular, para poder llevar
con una mano firme y decidida el nuevo Estado, la nueva
Nación.
Y esta es, señores, la explicación de lo que ha podido
presentarse como una inconsecuencia del Gobierno español y
que no era más que una fidelidad al principio dicho de que
esta Constitución es para Guinea, no para España, y queremos
que sea la que Guinea prefiera en sus líneas generales. Nada
más.
EL SEÑOR PRESIDENTE:
El señor Copariate; pero ha pedido antes la palabra el señor
Ibongo. Una intervención por cada delegado. No se cuenta,
naturalmente, el debate sobre la bandera, que no forma
parte del actual.
EL SEÑOR IBONGO (DON SATURNINO), DEL MONALIGE:
Gracias, señor Presidente, Voy a intervenir, puesto que
estamos tratando ahora sobre la elección de Presidente, como
miembro de Monalige, haciendo énfasis en nuestra postura
ideológica, nacionalista y que ha sido expresada ya en
muchas ocasiones por el Presidente y el Secretario General,
los señores Torao y Atanasio, respectivamente. Nosotros,
dije esta mañana que comprendíamos, no el aspecto técnico
de la enmienda de la Unión Democrática Fernandina, sino el
aspecto humano de esa enmienda.
En política, el miedo es un factor y nosotros lo hemos
entendido. El Monalige, precisamente por eso, haciendo una
contrabalanza, aboga por una elección en sufragio universal
secreto y directo del Presidente de la República, por las
razones siguientes: primera, porque creemos que va en
consonancia con el sistema presidencialista que queremos
imponer en Guinea, con esa tendencia piramidal que ha
estando hablando el señor Aranda, y por otra parte, porque
creemos que los partidos políticos, al tener proyección
nacional sus líderes, tendrán proyecciones nacionales y
encarnarán, por lo tanto, el espíritu nacional que nosotros
pretendemos crear y creernos existe. Por otra parte, el
factor psicológico de
un bubi, un fang o un playero, que sea Presidente de Guinea,
le obligará a extender una mano a todas las minorías étnicas
que, por razones de táctica política, tenderán a la
estabilidad. Por otra parte, creemos que el régimen que
estamos apoyando en este momento no crea problemas de
idoneidad de por sí. O sea, el hecho de que se elija el
Presidente por sufragio universal no quiere decir que vaya
a salir un señor -permítanme la palabra un poco bruta-
estúpido. O si puede salir un universitario que sea muy tribalista, también puede serlo
uni hombre que no sea
tribalista. El problema nuestro -vamos a hablar claro
porque creo que aquí ya hay que hablar claro en este
sentido- es que la situación democrática de Guinea es tal
que en este momento, con un sufragio universal, el
Presidente va a ser fang, y va a ser fang, porque el
comportamiento de los idearios en África, donde los
partidos políticos no están basados sobre unos valores
objetivos, como en los países desarrollados que pueden
existir, como un Sindicato, o el ideológico o la tradición,
no existen de facto. Entonces, el comportamiento del elector
es de acuerdo a la lealtad de la personal, y si la persona
que se presenta es fang, se cree aquí que los fangs son
mayoritarios y van a sacar al Presidente. Pero yo, como Monalige, creo
que, por encima de los fangs, está el nacionalista, que
es capaz de aglutinar a su alrededor todas las fuerzas
políticas, económicas, ideológicas. Es una postura nuestra,
por principio, que no podemos abandonar. Entonces, el hombre
capaz de organizar un partido, porque creemos que son los
partidos políticos los que tienen que presentar la
candidatura, porque creemos que son los partidos políticos
los que tienen que organizar la vida política del país. El
hombre capaz de organizar un partido, de controlar, es un
hombre que debe tener proyección sobre todos los grupos
étnicos. Claro, que se ha hablado de la idoneidad, y
coincido con el señor Ceitas, que sabe muy bien que nuestra
postura ha sido de acercamiento al proyecto de la Unión
Fernandina. Por eso, con esta política de flexibilidad que
caracteriza a las cabezas del Monalige, tenemos el
compromiso de buscar una fórmula de autoridad. En este
momento no estamos en condiciones de decir cual va a ser el
lugar donde hay que poner la línea. Claro, con un 80 por 100
de analfabetos, naturalmente la línea no va a estar muy
arriba. Por eso, la pretensión nuestra no era poner la
línea muy alta, pero sí dar la posibilidad de que el miedo
que expresaba la enmienda fernandina, encuentre una salida,
encuentre una compensación dentro del sistema que nosotros
apoyamos. Creemos que con un poco de sentido de
responsabilidad, el sufragio universal va también implícito
en el artículo 2º de la Constitución, en el que decimos que
la soberanía nacional pertenece al pueblo guineano, quien la
ejerce a través de sus Instituciones -una de sus
Instituciones es el órgano de la Presidencia del Gobierno o
la Jefatura del Estado- y que serán elegidos, los titulares,
directamente por sufragio universal o por la vía de
referéndum.
Se ha hablado también aquí- peroné el señor Presidente
que interprete de factor técnico la intervención del señor
Gómez de Aranda- sobre que el sistema de compromisarios podría significar una especie de referéndum o una especie de
democracia directa. Creo que el problema está en ¿cuál va a
ser la base para elegir a estos compromisarios? Si van a
ser los partidos políticos ¿por qué? Si los partidos políticos van a presentar los compromisarios ¿por qué no se
eligen directamente los partidos políticos? 0 sea, que no se
compensa; o sea, que la fórmula indirecta está clara aquí.
Hay una intención velada de meter en los compromisarios a
entidades, organismos que están fuera de los partidos politicos y esto va en contra de nuestra ideología. Muchísimas
gracias, señor Presidente.
EL SEÑOR
PRESIDENTE:
El señor Gori ha pedido la palabra.
EL SEÑOR GORI MOLUBELA (DON ENRIQUE) :
Muchas gracias, señor Presidente. No voy a insistir más en
lo que ya largamente hemos hablado esta mañana, como acaba
de explicar magistralmente el señor Barreiro, haciendo
referencia al debate de esta mañana en la comisión de
trabajo. Los argumentos que se han admitido en pro o en
contra de la diferencia de uno y otro sistema han sido para
mí, porque hay que ser objetivo, no solamente, como decía el
amigo Ibongo, que su movimiento sea netamente abierto y
además de flexibilidad; hay otros que, aunque no militan en
él, también pretendemos ser flexibles, como intentamos. Si
alguna vez no lo logramos será por defecto humano, pero en
nuestro ánimo está esto. Las explicaciones en este sentido
no nos convencían, sino que los argumentos eran, cuando eran
más hondos, son los que realmente nos convencían. El sistema
que yo también abogaba de elección por compromisarios, ante
los argumentos de una y otra parte, tanto por parte de la
Delegación española como por parte de los demás miembros de
la Delegación guineana, llegaron a convencerme; por ejemplo,
la posibilidad de ser mediatizados los compromisarios. Esto
es muy humano y evidente, pensando objetivamente y con
lógica, ello tendría evidentes trazas de tergiversar el
verdadero significado de una elección democrática, porque
aunque tuviesen muy buena voluntad, porque estos
compromisarios elegidos por sufragio universal en los
territorios de Fernando Póo y Río Muni, ¿quién me dice a
mí que estos compromisarios no reciben, como alguien apuntó,
cien mil pesetas -me parece fue el amigo Ondó-? Y entonces
el voto ya no es aquel el que va a emitir de aquel señor que
eligiera como compromisario, sino que ya va envenenado. Este
argumento sí. Ante eso yo me tengo que callar. Yo soy humano
y no respondo del resultado.
Segundo capítulo: Yo abundaba en el problema del
analfabetismo de nuestro país. Desgraciadamente, eso había
que reconocerlo, para que no saliese una persona sin unas
mínimas
condiciones elementalísimas para poderse presentar, que
pueda presentarse en público y nos pueda representar
dignamente. No es necesario, desde luego, que sepa mucha
filosofía o derecho, pero sí que tenga unas mínimas
condiciones elementales para podernos representar, entonces
se presenta este problema que, como ha dicho Ceitas, también
tiene sus inconvenientes. Ahora, imponer aquí una lista de
condiciones que se requieran para ser Presidente, que
tenga que tener el elegido, en una Constitución, dice muy
poco en favor de nosotros. Que se diga en una Constitución
que debe tener el bachillerato elemental o superior, es muy
desagradable; a mí me molestaría y me daría vergüenza que
esto se dijera en la Constitución. No es una vergüenza para
nosotros de que no estemos en las debidas condiciones, pero
por lo menos, de los cuatro o cinco que pueda haber, que se
aúnen esfuerzos y se dejen los personalismos y volcarse
sobre quien sea. Que el espíritu Santo nos ilumine a todos
como en el Cónclave con la elección de los Papas.
Y sobre este asunto yo no tengo más que decir. A la solución
intermedia, a la opinión general, a esto me adhiero yo.
Para mí no existe más problema que seguir las directrices
trazadas por el Gobierno de la Nación: independencia unitaria y salvaguarda de la personalidad de Fernando Póo.
Y creo que aquí no hay asunto de mayor trascendencia.
Nada más, señor Presidente.
EL SEÑOR PRESIDENTE:
El Sr. King tiene la palabra.
EL SEÑOR KING (DON TOMAS A.):
Muchas gracias, señor Presidente.
Cuando intervine
esta mañana propugnando porque el Presidente de la República
de Guinea Ecuatorial fuese elegido por sufragio universal
directo y secreto, pedía más bien
disculpas a los demás señores delegados en razón de que
entendía que podía constituir una manera -indirecta, por
supuesto- ofensiva a tales señores sí mi actitud partía de
la base de resaltar la bondad de uno u otro sistema; es
decir, que en principio me resultaba completamente
indiferente que uno u otro fuese utilizado. Sin embargo, les
rogaba que nos trasladásemos a la Guinea Ecuatorial, que
llevásemos el problema sobre el territorio "in situ", y ya
puestos sobre el mismo, enseguida nos convenceríamos de que
el único sistema viable para Guinea Ecuatorial, tanto en
función a la psicología de su población como al momento
psicológico en que está viviendo o va a vivir, era éste
precisamente, el sistema universal, el que resultaba más
adecuado.
Bien. Aquí se ha pretendido -lo tengo aquí en mis notas-,
por algún delegado guineanos, insistir, imponer o, por lo
menos, insistir en el sistema de compromisarios, porque en
los antecedentes, en las sugerencias que hemos tenido que
barajar venía con cierta abundancia el sistema proporcional. Respecto a esto, yo creo que estamos en una pura
fase constitucional, estamos elaborando una serie de normas
que deben regir en el futuro de Guinea, futuro que, como
tal, es incierto, tiene sus escollos, y siempre y cuando nos
sea . posible corregir ruta debemos de hacerlo antes de
que esto pueda desembocar, si no en fracaso, en mayores
dificultades.
Y sobre esta posibilidad de corregir o de enmendar los
escollos, creo que se tiene, se debe volver a tratar de este
punto y ver si el sistema de elección del Presidente por
sufragio universal y directo es el único más adecuado. Este sistema es el único que pone en manos de cada uno de los futuros ciudadanos o nacionales de la Guinea Ecuatorial el
derecho directo de que la persona que resultare como
Presidente de su país, tuviera en él cierto reflejo.
El problema
cultural no cabe duda que juega una fuerte baza en todo este
problema. Guinea Ecuatorial no tiene el nivel de cultura que
otros pueblos. Es igual que a la postura que puede adoptar, por ejemplo -y perdón por la
comparación- un cura o sacerdote de pueblo, que sea quien
fuera la persona en la que recayera la dignidad para ocupar
el solio romano, en función a esa persona poco o nada podía
alterar su situación y sus funciones, puesto que hay unas leyes por las que se rige toda su función y toda su vida
normal.
Preciso es recurrir en apoyo de esta postura a los
antecedentes de Guinea Ecuatorial. Son muchos estos
antecedentes. Voy a limitarme al corto período de Gobierno
autónomo que ha tenido la Guinea Ecuatorial y que, a Dios
gracias, está a punto de fenecer, sin pena ni gloria, en
cuanto a los ciudadanos se refiere. Y dentro de este marco
podemos ver, tocar, hemos vivido la forma en que han ido
cubriéndose las vacantes que se han producido en los
diversos cargos. La mediatización ha sido feroz, bárbara,
intensa. Y en este punto no desearía entrar en detalles,
tan sólo para evitar citas hirientes o que puedan suponer
desdoro para unos y otros, para aquellos que han tenido
que vender sus votos y aquellos que han comprado votos para
ocupar determinados cargos.
En definitiva, el único sistema que puede evitar que Guinea
caiga en un feroz caciquismo, el caciquismo de unos cuantos
señores, es el que el Presidente y demás cargos a los que
resulten aplicables, tengan que ser elegidos por sufragio
directo.
Si la Mesa o cualquier señor delegado quisiera obtener datos
concretos, situaciones, personas, y contrastar eso sobre el
terreno, me ofrezco incondicionalmente a facilitárselos.
Es decir, que la fórmula esta de constituirse un colegio
limitado, por muy amplio que fuera, de cien o doscientas
personas, en un momento dado, puede terciar o dirigir los
votos hacia un punto en perjuicio de la Guinea Ecuatorial.
EL SEÑOR NANG ONDO (DON ANTONIO CÁNDIDO):
El artículo 11 dice en su apartado a) ''Representa a Guinea
en los actos de la vida pública y en las relaciones
internaciones". Ahora, sobre esto de relaciones internacionales ¿no se debería decir previa aprobación de la Asamblea
Legislativa de Guinea?
En el apartado h) se dice que "Nombra a los funcionarios
públicos estatales de acuerdo con las Leyes". Esas leyes
¿podían ser institucionales?
En cuanto a todo lo demás, no tengo ninguna objeción que
hacer, salvo en lo de las incompatibilidades. Esta
incompatibilidad puede surgir de unos señores como nosotros
e, incluso, el mismo Presidente incurriría en ella si
quisiera participar en dos o tres funciones, y eso se ha
visto en el Gobierno autónomo. Se podría marcar una
limitación de la incompatibilidad dentro de la Constitución;
que los Ministros o representantes del Gobierno no fuesen
funcionarios a la vez o miembros de entidades autónomas
simultáneamente. Nada más. lauchas gracias.
EL SEÑOR COPARIATE MUEBAQUE (DON GASPAR):
Ante todo pido perdón, porque lo que digo no es con
intención de ofender a nadie. Puede ser que, quizá, por mi
mala preparación llegue a deslizar algunas palabras que
al-quien atribuya como dirigidas a él. Sepan Vds. que esa no
es mi intención, pero me gusta que las cosas queden claras.
En cuanto a lo que acaba de decir el Sr. Gómez de Aranda
respecto a los límites de las Colonias africanas, yo creo
que ésta es una cuestión que ha venido a tomar otro cauce.
Yo creo que muchos de los que están aquí presentes y estoy
seguro que el mismo Sr. Gómez de Aranda, no han estado nunca
en África.
EL SEÑOR GÓMEZ DE ARANDA:
Sí, varias veces.
EL SEÑOR COPARIATE MUEBAQUE (DON GASPAR):
Es triste ver como proponen unas medidas tajantes para
resolver una cuestión que no han vivido. Muchos no aciertan,
no es por mala fe, sino porque no reúnen ciertas
condiciones.
Sobre esta cuestión de los limites, he de decir que Europa
ha dejado en África un grave problema que es éste de los
limites, y yo no sé si Vds., los españoles, lo van a dejar
también; no lo sé. Resulta que en África, cuando aquel
famoso reparto que hicieron Vds. de África (RISAS), no lo
hicieron Vds. con nuestro consentimiento, en un Tratado que
se llamó de París o algo parecido. Vds. cogieron un
territorio, lo repartieron y empezaron a unir pueblos y
pueblos de distinto origen, de distinta configuración
social, y todo ello originó, posteriormente, ciertos
conflictos que han pervivido hasta este momento. Prueba de
ello la tenemos, por ejemplo, en la lucha constante entre
balubas y bujebas. Vds. lo sabrán mejor que yo.
Esos límites no responden a la realidad; al contrario, se
separaron pueblos de distinto origen y hasta de distinta
configuración social. Prueba de ello la tenemos en las
diferencias entre los mismos africanos, como lo demuestra el
hecho de que, hace poco tiempo, cuando la O.U.A. pretendió
repartir los límites de las antiguas colonias, se pusieron
de manifiesto esas diferencias. El Presidente de Tanzania
-según hemos podido leer en los periódicos de Madrid- ha
dicho que los límites están mal divididos. El mismo Jefe de
Estado o Presidente de Tanzania está diciendo que esos
límites no deben ser hechos a la fuerza, porque las uniones
forzadas no conducen más que a la desgracia y a las luchas,
por lo cual creo que en esta parte de su disertación, Sr.
Gómez de Aranda, no tiene Vd. mucha razón.
En cuanto a la
elección de Presidente, este señor desarrolló aquí una.,
explicación, que se dio en hoja aparte, en la cual se
indicaba que era la declaración del Gobierno español, de la
Delegación española, dentro del marco de la declaración de
su Gobierno, y ahora, me extraña la facilidad
con que cambia este señor de manera de pensar. Un día está
en favor de unos y otro en favor de otros y resulta que los
negros acaban matándose ellos mismos. Por mi parte, no
chocaré con nadie. Unas veces dice que hay que salvaguardar
la personalidad de Fernando Póo, y lo que me temo es que
algunos de Fernando Póo empezarán a luchar contra los de Río
Muni, y los de Río Muni contra los de Fernando Póo. Conmigo
no ocurrirá esto. Como me estoy dando cuenta de este juego,
yo no chocaré con nadie.
En cuanto a la venta de los votos, tampoco veo yo que se
pueda sobornar a los compromisarios, porque para ser
compromisario es necesario que los demás hayan reconocido en
él determinadas virtudes, determinada buena conducta, lo que
sea. Yo creo que es más fácil sobornar al que tiene dinero,
que da a los analfabetos del pueblo un papel para que voten,
y con poco dinero se pagan muchos votos. En cambio, el
compromisario, que es un señor de mayor responsabilidad, no
admitirá que le paguen cien mil pesetas, Es más difícil
comprar a un compromisario que a cinco mil habitantes del
pueblo, pues éstos con cinco duros cada uno se conforman.
Señores de la Delegación española -que el Gobierno español
me perdone, por favor-: Fernando Póo en la primera fase de
la Conferencia manifestó que si iba a una independencia era
para ser digno de su pueblo. Vds. saben que ha habido casos
de países que han concedido su independencia a unos
territorios que formaban una sola colonia y luego, como
África Occidental, o África Ecuatorial francesa -Vds. que
son más competentes que yo, háganse a la idea- se han
dividido en muchos Estados. Y eso que salvaguarda hoy, no
salvaguarda mañana, porque con el sufragio universal no se
salvaguarda Fernando Póo. En cambio, anteriormente se le
prometió eso. Entonces, ¿en qué quedamos? Lo que no puede
ser es quedar mal con unos y con otros. Así no sacamos nada.
Perdonen Vds. si he sido poco amable de tono, pero es que
creo que es mi obligación tratar de poner en claro los
puntos que considero no lo están. En cuanto a lo de la
compra de votos, con poco dinero de compra a mil de cinco duros, pero
comprar a uno de cien mil pesetas es más dificil.
EL SEÑOR MACIAS NGUEMA (DON FRANCISCO):
Muchas gracias, señor Presidente, Quiero formular una
pequeña pregunta a la Mesa, Me refiero a la petición que
ayer se hizo a la Mesa por el compatriota don Federico
Ngomo en relación con nuestra reserva hasta ver el texto
definitivo que ahora se está elaborando.
Yo pregunto a la Mesa si, a última hora, nos atenderá esa
petición. ¿Por qué lo digo ? Porque en mi última
intervención había depositado toda mi confianza en la
Delegación española, en vista de que no se atendió a mi
petición que había hecho de que asesoraran a esta
Conferencia técnicos de las Naciones Unidas, como
imparciales, no como imposición como habían interpretado
muchos que les viene mal cuando yo hablo de las Naciones
Unidas, porque para mi las Naciones Unidas como las mantiene
el mundo, pese a algunos que quisieran que desaparecieran,
siempre hablaré en nombre de las Naciones Unidas. Me refiero
al señor Piniés, cuando ayer habló de que varias facciones
de la Delegación guineana han enviado informaciones
contradictorias. Nosotros no hemos enviado ningún informe
contradictorio; únicamente habíamos pedido técnicos para que
fueran imparciales, pero eso ha sido rechazado,, Muy bien.
Yo he depositado toda la confianza en la Presidencia. Pero
ahora yo pregunto: Como usted sabe, un texto constitucional,
una Constitución, según mi forma de pensar no puede
considerar una Constitución básicamente buena; solamente
Dios puede redactarla, ningún hombre puede redactar una
Constitución básicamente buena. Pero lo que yo pido a la
Delegación española es que nos den paso libre, con el fin de
que, en el futuro, mi pueblo, nosotros mismos, vayamos
modificándola. Yo podría seguir discutiendo aquí artículo
por artículo, pero quisiera ver el final„ Si algo tengo que
decir, al final lo diré, pero no como imposición. Y, luego,
a la mayoría de aquí alguien la ha puesto en duda, pero eso
es mentira y esa mayoría, no se puede olvidar. Porque
¿quiénes van a
votar esa Constitución? ¿Esos cuarenta y cuatro nombres que
están aquí? No, señores, el medio millón, el cuarto de
millón
que hay en Guinea Ecuatorial son los que van a aprobar esa Constitución que nosotros estamos votando. Puede que
nosotros la consideremos buena y ellos digan luego que no. ¿Qué ocurriría? Muy bien puede ocurrir que nosotros la rechacemos y ellos la aprueben. Por eso me dirijo a la Mesa para que
tome
en consideración y que luego nosotros diremos algo al final.
Cuando el señor Cabanas habló, yo creía que se trataba de
una sugerencia, pero he pensado últimamente, como Francisco
Maclas, y he visto parece ser que se trata de una
imposición. No lo sé. Yo quería que fuese, creía que era un
sugerencia técnica en beneficio de la Conferencia, pero si
como ayer se dijo, no sé si lo entendí bien o me equivoco,
pero dijeron que no había nada más. Personalmente digo que
yo me reservo por ahora, porque he depositado mi confianza
en la Delegación española, pero quisiera a última hora pedir
a la Delegación española las aclaraciones necesarias, porque
yo podría, en mi pueblo, salir diciendo: Yo, Francisco
Macías, que nadie la vote, esto está mal y no lo voten.
Nadie me va a impedir sobre esta materia. Por lo tanto, la
mayoría se debe tener en consideración y nosotros somos la
mayoría, la Delegación guineana. Siempre hablo yo en nombre
de la Guinea Ecuatorial y es la petición que yo vuelvo a
insistir por muchas cosas. Por ejemplo, están discutiendo
ahora con la Delegación española una cosa que es
completamente vana y que todos saben que Guanea Ecuatorial
no puede aceptar lo. elección por compromisarios.
Ahora me voy a referir el representante del Monalige señor
Torao, que tiene el mismo derecho que yo en el Monalige. El
señor Torao, en una ocasión dijo había obtenido en Fernando
Póo unos votos muy elevados, pero después, al formar el
Gobierno autónomo, al señor Torao no se le ha tenido en
consideración porque le parece que hubo maniobras en las elecciones. Por tanto, una elección por compromisarios está
perdiendo el tiempo, nadie lo apoya. Hoy día, las mujeres tienen
plena conciencia para votar, porque, cuando se votó la
autonomia, las mujeres dijeron que por qué no tenían voto.
Nos reclaman el voto y, por lo tanto, los votos tienen que
ser universales, tanto para la elección de Diputados, como
de Presidente o cualquier otro cargo electivo, a excepción
del Gabinete, que se formará como en cualquier parte del
mundo. Pero esa discusión de elección universal está
gastando el tiempo de la Mesa, porque, si se lleva a Guinea
una Constitución que hable de elección por compromisarios,
todos los votos serán en blanco o nadie irá a las urnas.
Muchas gracias.
EL SEÑOR PRESIDENTE:
Por si el señor Macías no se entera bien, a causa de
dificultades técnicas, de lo que la Mesa dice, alguien de
ustedes (dirigiéndose a la Delegación guineana),
anticipándole lo que podrá leer en el Acta correspondiente,
le puede explicar que la Delegación española está
completamente de acuerdo con lo que acaba de manifestar. Que
podrá hablar si lo desea, o callarse si lo prefiere, y
es libre de decir al pueblo de Guinea qué es lo que opina de
la Constitución.
EL SEÑOR MACIAS NGUEMA (DON FRANCISCO):
Muchas gracias. Voy a proseguir. Aquí no podemos estar
cambiando. Un hombre tiene que ser siempre decisivo. Un
hombre no puede cambiar.
EL SEÑOR PRESIDENTE:
¿A quién se refiere usted?
EL SEÑOR MACIAS NGUEMA (DON FRANCISCO):
No me refiero a usted, ni me refiero a nadie. He dicho
un hombre, no he referido a nadie en particular. Yo nunca
hablo de nadie. Tengo pleno derecho, como cualquiera de
ustedes.
Los hombres no podemos estar cambiando. Todos los hombres
que están en esta sala saben las ideas políticas de Guinea.
Es a lo que me refiero. Los tres partidos políticos
nacionales que ya aquí no hacen mención, esos tres partidos
políticos, señor Presidente, y no me corte la palabra, por
favor, me baso en el pensamiento que estos mismos señores
pronunciaron ante una mayoría abrumadora del pueblo, que las
elecciones serían en sufragio universal, directo y
secreto.
EL SEÑOR
PRESIDENTE:
Está acordado.
EL SEÑOR MACIAS NGUEMA (DON FRANCISCO):
Voy a seguir, es que quiero contrarrestar los que vengan a
entorpecer, cuando no es un problema a discutir. Quiero que
vayamos a los puntos básicos y más difíciles. Usted sabe que
la independencia, el problema que plantea es por los dos
territorios. Nada más, señor Presidente. Usted lo sabe
perfectamente. Si no fuera por esto, no habría por qué, ya
hubiéramos terminado, pero el problema está en los
territorios nada más. Muchas gracias.
EL SEÑOR PRESIDENTE:
Muchas .gracias. El señor Mba.
EL SEÑOR MBA NSUE (DON JUSTINO), de MUNGE:
Muchas gracias. He pedido la palabra para hacer una pequeña
rectificación a una referencia que ha hecho el señor
Barreiro, que creo que en este momento gozo de su confianza
y consentimiento, sobre la asistencia de mi camarada Esteban
Nsue a la sesión de esta mañana. Quiero rectificar diciendo
que ayer es cuando mi camarada Esteban Nsue asistió a la
sesión de trabajo que estudia el nuevo anteproyecto, a
título de mero observador. Esta mañana no lo ha hecho, porque se quedó ocupado en otras actividades. Muchas gracias.
EL SEÑOR PRESIDENTE:
Perfectamente. El señor Edu.
EL SEÑOR EDU MBUY (DON JOVINO), del IPGE:
Muchas gracias, señor Presidente. Antes de entrar en lo que
me ocupa, las palabras de Justino son ciertas. El señor
Barreiro se ha confundido.
EL SEÑOR BARREIRO MOURENZA:
Perdonen, Rectifico lo que he dicho antes.
EL SEÑOR EDU MBUY (DON JOVINO):
En lo que respecta al artículo 12, sobre la elección del
Presidente, parece que se ha omitido el añadir, en el
párrafo 4º, que pudiera ser reelegido.
EL SEÑOR BARREIRO MOURENZA:
Sí.
EL SEÑOR EDU MBUY (DON JOVINO):
Y, por otra parte, quiero hacer una pequeña manifestación
respecto a las posiciones políticas de los delegados en esta
Conferencia. En la I Fase, muchos de ustedes habrán
observado que los delegados guineanos se han reservado
porque han creído no era oportuno intervenir en determinados
trabajos, porque daban toda la confianza a la jerarquía de
los partidos, del Gobierno, lo que fuera. Y ahora resulta
que es lamentable, el manifestar eso porque, incluyéndome a
mí mismo, nosotros los guineanos no hemos comprendido hasta
que alcance había obtenido la reunión de esta Conferencia para
llegar al punto muerto, cuando precisamente en las Naciones Unidas, el Gobierno español sea quien tenga que hacer
una declaración, como la que salió ayer en el diario
"Pueblo", que los guineanos no se ponían de acuerdo. Aquí
hay que partir de una base. Si aquí estamos cuarenta días lo
debemos a nosotros mismos. El Gobierno español ha facilitado
todos los trabajos. Ha dado facilidades, nos ha abierto las
puertas, y, realmente, lo que ha pasado aquí en esta
Conferencia es lo que hemos tenido cuatro años en Guinea y
cada día se está viendo. En el Gobierno autónomo, cuando se
convocaba una reunión, asistía el que quería; el que no, lo
mismo cogía el coche y se iba a pasear. Y la falta de
responsabilidad de los guineanos en la Conferencia ha
llegado a crear una situación como la actual, de forma que
la buena voluntad de la Delegación española ofreciendo sus
técnicos, pudiendo darme todos los materiales necesarios,
todas las posibilidades, no podemos colaborar. Quisiera que
la mayoría de los guineanos pudieran participar en la
redacción de los trabajos de estos documentos. Ahí
ciertamente es donde se discuten los problemas de la
Conferencia. Aquí, en el Pleno, yo realmente, las dos veces
que ha asistido a la Comisión de trabajo he comprobado que
es donde debo asistir. Ahí se trabaja, porque se trabaja
para llegar a un acuerdo, y se llega cuando una parte u otra
ceden. Y en esta Conferencia, si para nosotros es únicamente
venir a manifestar aquí el problema de la independencia,
pedir la independencia, desearla, como siempre la hemos
deseado, y nos conocemos todos perfectamente, sabemos todos
los que han luchado en Guinea; los buenos . nacionalistas y
los no. Ya nos conocen perfectamente. Aquí, cuando hablamos
de retraso de la independencia misma es que nosotros mismos
no nos hacemos responsables de que precisamente somos
nosotros, con nuestra actitud, los que aquí en la
Conferencia damos la impresión de que no queremos la
independencia, por ignorancia o por falta de conocimiento o
de responsabilidad. Y, por otra parte, en lo que respecta
este Partido Idea Popular, quiero dejar bien claro que
siempre el
Partido IPGE ha sido el primer partido fundado en Guinea
Ecuatorial y ese partido ha perdido a sus mejores hombres,
los que aquí mismamente podían haber estado en esta
Conferencia y debatir las cuestiones con mucha más
precisión. Y, realmente, como ese partido ha sido muy
perseguido, se ha dejado de ver muy poco y ha tenido muy
poco eco aquí en la Península y, tiene que quedar muy claro
en esta Conferencia, IPGE es un Partido político casi
fundador de todo lo nuestro y tanto el Secretariado Conjunto
como los demás partidos así como los diferentes miembros
que lo componen no aceptan la responsabilidad y el
verdadero programa del Partido. O sea, que el Partido IPGE
tiene que identificarse como IPGE. Si en algún momento
tiene el propósito de formar una caución o un Secretariado
Conjunto, como lo llaman ahora, con otro partido, está
completamente al margen de la posición política que yo creo
que el pueblo guineano mantiene y si estuviera aquí
presente, muchos de mis compañeros y muchos guineanos que
presumimos de independentistas, no estarían en esta Conferencia. Esto que quede bien claro. Y quiero terminar agradeciendo a la Delegación española, en especial a la Comisión de
trabajo que estoy seguro que muchos de mis compatriotas
toman carta conmigo en ese concepto, porque ahora mismo es
cuando realmente la Conferencia, considero que ha comenzado
hace dos días. El problema de Guinea que tiene que
resolverse en esta Conferencia, es el problema de Guinea
Ecuatorial. No es Río Muni, ni es Fernando Póo, Annobón o
Corisco. Es, precisamente, el conjunto de todos esos
cuerpos, o todas las provincias, como quiera llamarse. El
último agricultor de Río Muni, tiene que preocuparse y
responsabilizarse de los problemas del último agricultor
de Annobón. Cuando yo, como natural de Río Muni, solamente
veo en la Constitución de Guinea Ecuatorial lo que le
conviene a Río Muni, mejor es retirarse de la Conferencia,
porque ese señor no trabaja para Guinea Ecuatorial. Lo mismo
digo a la inversa, porque hemos observado que aquí, en esta
Conferencia, cuando una
persona no vea introducido en ningún texto o en cualquier
acuerdo, en cualquier cosa, lo que él piensa, cualquiera que
sea lo que fuere, no está de acuerdo, y eso no es trabajar
en favor de Guinea. Guinea va a votar la Constitución, si es
que la vota, porque precisamente en el régimen autónomo, fuimos de los que no estamos muy conformes con la
Ley de Bases, y hemos tenido que tragar los cuatro años de
autonomía.
En esta Constitución, sobre todo, se está procediendo
perfectamente. Yo creo que sí. Ahora, lo que opina la
mayoría se verá en las urnas. Aquí no están los guineanos
para que cada uno nos pusiésemos en fila y nos pongan en
línea detrás de los participantes de tal partido o ideología
o lo que fuera.
Yo estoy seguro, que Guinea sabrá comprender qué es lo que
quiere, lo que aquí se ha trabajado y el punto muerto que
hemos llegado hasta el día 24, 25 de mayo, dentro de una
Conferencia Constitucional que podía durar, como máximo, dos
o tres semanas.
Y para terminar, lo que respecta a la bandera (Murmullo) Y
voy a terminar. Termino invitando a todos aquellos buenos
guineanos que, sin necesidad de imposiciones ni de malos entendidos, puedan participar en las Comisiones de trabajo aun
que vayan como observadores simplemente, pero que vayan a
ver donde realmente se trabaja en esta Conferencia. Muchas
gracias.
EL SEÑOR PRESIDENTE:
Muchas gracias.
Hablará ahora el señor Barreiro y después el señor Cabanas.
Y vamos a cerrar el debate, porque ya no hay más oradores
inscritos.
Después de estos dos oradores, levantaré la sesión.
EL SEÑOR BARREIRO MOURENZA (DON DOSITEO):
Señor Presidente, tiene razón el Sr. Edú. Esta mañana, en el
ambiente informal del grupo de trabajo, hemos charlado él y
yo, porque estaba sentado a mi lado, y coincidimos en
nuestra opinión personal de que, a la vista de un texto en
que se proponía una proyección de reelección para el
Presidente, no era preciso ni conveniente limitar las
posibilidades de relación, puesto que en realidad el
Presidente era el que tenía que ganarse la confianza de su
pueblo para ser reelegido o no en función de lo que hubiese
realizado durante su mandato. En principio, el Sr. Edú
sugería - e insisto en que a mí personalmente me parecía que
era una sugerencia estimable que había que acoger - que se
dijera expresamente que el Presidente podía ser reelegido.
Por supuesto, yo estoy dispuesto a apoyar su sugerencia, que
hago mía, en el seno de la Delegación española. Pero también
he de reconocer que, tal como ha quedado redactado el
artículo 12, quizá no sea necesario decirlo expresamente.
Porque como no se dice nada de que no puede ser reelegido,
realmente se sobreentiende que cualquier persona puede ser
reelegida. Si esto da satisfacción al Sr. Edú, a mí me la da
también, y entiendo que no sería necesario recogerlo. Pero,
no obstante, como coincidimos en la opinión, si es preciso
se examinará por la Delegación española, y yo personalmente
apoyaré su sugerencia, de igual manera que apoyo su
apreciación sobre la conveniencia de la participación en el
grupo de trabajo. El, que ha asistido, es testigo de los
esfuerzos que hacemos todos por hacer algo constructivo, lo
difícil que nos resulta la labor y de cuánto nos la pueden
facilitar los que con buena fe vienen a nuestro lado a
hacerse conocer su opinión, siempre respetable, a veces muy
interesante e incluso seleccionada y que puede pesar de
manera decidida, como han pesado muchas opiniones en el
texto que se viene redactando para la labor que perseguimos
en la Asamblea, lo cual redunda en beneficio del trabajo de
la Plenaria. Muchas gracias.
EL SEÑOR PRESIDENTE:
Va a hacer uso de la palabra el Sr. Cabanas.
EL SEÑOR CABANAS RODRÍGUEZ:
Señor Presidente: discúlpeme, pero, si se me permite, deseo
hacer unas observaciones sobre el texto que ha sido
presentado y haciendo uso del sistema que se ha establecido
para la buena marcha y para el buen orden de la Conferencia.
Como quiera que este procedimiento ofrece tantas garantías y
como yo tengo la culpa de no haber asistido esta mañana al
grupo de trabajo y perdí una oportunidad, el sistema de
trabajo establecido es tan benévolo y ofrece tantas
garantías que, habiéndola perdido esta mañana, me permite
volver a tomarla ahora. Bien entendido que mis observaciones
al texto presentado van exclusivamente dirigidas a la
perceptibilidad del mismo.
Al examinar el texto que se nos ha ofrecido he encontrado
que quizás - y me permito someterlo a la consideración de la
Mesa y del grupo para que lo tengan en consideración - puede
mejorarse un poco, tanto sus sistemática como sus
expresiones.
Por ejemplo, los artículo 10 y 11 quizás pudieran formar un
solo texto, puesto que parece que se refieren a la misma
materia: a las atribuciones del Presidente, y por otra
parte, el artículo 11 empieza: "El Presidente de la
República", a), b), c). En fin, sugiero que se busque una
fórmula para refundir estos dos artículos en uno. En el
artículo 10 hay otra parte de posible corrección que
sugiero. Por ejemplo, las expresiones de la línea segunda
cuando dice: "El Presidente de la República Dirige la
política nacional", y después: "su autoridad se extiende a
todo cuanto conduce a la conservación...", se podría cambiar
por otra expresión.
En el propio artículo 11 actual se encuentra, por ejemplo:
"Representa a Guinea en los actos de la vida pública.."
quizás se pudiera decir "en los actos públicos".
En. el mismo apartado d) : "Promulga las Leyes en las
condiciones previstas en el artículo tal", que sea: "ejerce
el derecho de gracia y nombra los funcionarios". Quiero
decir que por economía de texto quizás pudieran suprimirse
estas palabras .
También en el artículo 12 - y repito que mis observaciones
no se refieren para nada al fondo, sino que son de pura
redacción y sistemática - veo, por ejemplo, que el párrafo
segundo quizás interfiere en un sistema que es unitario, que
es el de la elección del Presidente de la República; es
decir, el párrafo primero dice que el Presidente es elegido
por sufragio universal, y en el segundo que el mandato será
por una duración de cuatro años, y el párrafo tercero dice
que será elegido el candidato que reúna la mayoría absoluta
de los sufragios. Parece que pudieran condensarse los temas
dentro del mismo artículo y llevar este párrafo quizás, como
párrafo penúltimo, a la duración del mandato de este mismo
artículo.
Y puesto que en este artículo estoy y, en fin, no entro
repito dentro del fondo de la cuestión, sí si se considera
el tema que ha sido planteado hoy como cuestión de fondo,
sobre el posible problema de las idoneidades o no. Esto
tendría que establecerlo bien este artículo, o bien un
artículo que hable alrededor de esto. También sugeriría
que se considerase que, al lado de la posibilidad de
introducir eso, como aquí se sugirió, sobre idoneidad, que
el grupo tuviera en consideración, si no la letra, al menos
el espíritu de que puede ser este sistema o bien un sistema
de procedimiento de presentación de candidatos, que es
también un sistema que ha sido apuntado en algunos de los
textos que, según lo establecido por la Conferencia, son
objeto de nuestro trabajo.
De otro lado, en este mismo artículo, en el párrafo último,
dice:'"La Ley de Incompatibilidades establecerá la profesión
o funciones incompatibles con la Presidencia de Guinea
Ecuatorial". Tengo la seguridad de que no se ha querido
decir esto. Supongo que será el ejercicio de determinadas
funciones. Esta es otra de las sugerencias para que se
tengan en cuenta.
También, el mismo artículo 13 dice: "El Presidente de la
República será asistido por un Consejo de Ministros,
nombrado y revocable libremente por él". El Consejo es un
órgano, lo que se nombran son los miembros de ese órgano. La mejor redacción, quizás, será decir: "Asistido por un
Consejo de Ministros, cuyos miembros serán nombrados y
revocados". Es decir, se trata de los componentes del
órgano. El Consejo no es algo que el Presidente haga o
deshaga. De lo que se trata es de que se nombren libremente.
Quizás también en este mismo artículo, en el párrafo tercero
que dice: "El Jefe del Estado en Consejo de Ministros
constituye el Gobierno de la Nación", creo que sería mejor
"el Jefe del Estado con el Consejo, porque el Gobierno nunca
es el Jefe del Estado.
También en el artículo 14 - es para evitar una cacofonía de
competencias -: "..desempeñará provisionalmente las
competencias de la Presidencia en caso de vacancia,
ausencia..." se podría quitar la palabra "competencias":
".."ejercerá y desempeñará provisionalmente las mismas
funciones de la Presidencia en caso de vacante, etc., etc."
Señor Presidente, eran unas ligeras observaciones que someto
a la consideración de la Mesa y del grupo, por si son
pertinentes. Muchas gracias.
EL SEÑOR PRESIDENTE:
Quizás el Sr. Barreiro nos puede explicar que alguna
imperfección en la redacción se justifica por el apremio con
que se ven obligados a trabajar.
EL SEÑOR BARREIRO MOURENZA:
Realmente, Señor Presidente, encuentro muy atinadas las
observaciones del Sr. Cabanas y, evidentemente, dado el
sistema de trabajo que tenemos, es muy fácil que el texto
que salga de nuestras manos sea siempre perfectible.
Probablemente, en la forma de redactarlo atendimos más a los
problemas de fondo que se presentan que a la redacción
técnica. Posiblemente la Mesa o la Delegación española estén
en condiciones luego, con más sosiego, de ir
perfeccionándolo, porque son problemas accesorios, en los
que, si la Delegación guineana quiere indicárnoslos, con
mucho gusto los atenderemos.
EL SEÑOR PRESIDENTE:
Se suspende la sesión. Mañana queda convocada la reunión de
la Conferencia Constitucional a las siete de la tarde y el
grupo de trabajo a las once de la mañana. El tema de que se
ocupará el grupo de trabajo es el de la Asamblea de la
República.
Son las veintiuna horas y veinte minutos.
DON JOAQUÍN MORENO CASTILLO, Marqués de Castro de Torres,
Coordinador de la Conferencia en funciones de Secretario doy
fe de cuanto antecede. Madrid, fecha ut supra.
[Va la firma]
Editado y
distribuido por ASODEGUE
