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ACTA
DE LA OCTAVA SESIÓN PLENARIA. SEGUNDA FASE
En
Madrid, a catorce de mayo de mil novecientos sesenta
y ocho, en el Salón de Embajadores del Ministerio de Asuntos
Exteriores, tiene lugar la VIII Sesión Plenaria de la II Fase
de la Conferencia Constitucional de Guinea Ecuatorial, bajo la
presidencia del Vicepresidente de la misma, Excmo. Señor Don
Ramón Sedó Gómez, Subsecretario de Política Exterior,
con la asistencia de las Delegaciones del Gobierno español
y de la Guinea Ecuatorial.
La
Mesa queda constituida por el Excmo. Señor Don Ramón
Sedó Gómez, el Excmo. Señor Don Gabriel Mañueco de Lecea,
Director General de África y Próximo Oriente, y el Excmo. Señor
Don Gabriel Cañadas Nouvilas, Secretario General del Consejo
Superior de Asuntos Exteriores y de la Conferencia.
El
Presidente de la Mesa abre la sesión a las diecinueve
horas y veinticinco minutos y dice:
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
Se
abre la sesión. En el día de ayer, algunos Delegados de la
representación guineana manifestaron su deseo de tomar la
palabra al reanudarse hoy las sesiones de la Conferencia
Constitucional. ¿Insisten en su idea de tomar la palabra
los que ayer la pidieron?.
Tenia
pedida la palabra ayer el señor Edu Mbuy y hoy la
ha pedido el señor Jones. Tiene preferencia el primero.
EL
SEÑOR EDU MBUY (DON JOVINO):
Cedo
la palabra al señor Jones, pero me reservo para hablar más
adelante.
EL
SEÑOR JONES NIGER (DON ALFREDO):
Excelentísimo
Señor, Ilustrísimos Señores, Señores: una vez más me
honro en tomar la palabra en esta sala, en donde
la fatalidad ha querido -digo fatalidad porque así es-que
ostente la representación de Consejero del Movimiento, y
bien sea porque yo creía, como decía ayer, que podía
prestar un servicio a mi Patria, o por cualquier otra causa,
veo que
en la forma que se va desarrollando esta Conferencia, mis
servicios van a ser ineficaces. Las palabras, igual que los
billetes de banco, suelen venir respaldadas, pero la única
diferencia es que la cobertura sea de oro o sea de plomo
y, claro, en esta sala no se le oculta a nadie el verbalismo
que va dominando y ese ambiente está saturado de un nerviosismo
que hace que muchas veces la cobertura de las palabras no
pueda emplearse o dar el significado de aquel ilustre español,
que fue Diputado durante la Monarquía por Asturias,
que se llamaba don Melquíades Álvarez y que decían que
tenía el pico de oro, pues le llamaban "Pico de
oro".
Quiero
empezar por apoyar la postura a unas palabras que pronunció
ayer don Expedito Lomo, que es Diputado por Fernando Póo. Decía
que la Conferencia la retrasamos nosotros mismos porque no teníamos
unidad, porque estábamos divididos, porque cada uno luchaba
aquí por un empeño político, que se estaba metidos en un
maremagnum de empeños políticos que hacia que no pudiéramos
ponernos de acuerdo, porque este empeño estaba dominado por
la apetencia de cargos, que todo el mundo esperaba. Quizás,
en parte, tenía razón, pero
lo cierto y lo triste es que se ataque aquí a España y a la
Delegación española diciendo que España no quiere la independencia
y que la Delegación española no busca soluciones
para ayudarnos, cuando nosotros mismos no podemos ayudar nos
a nosotros mismos.
Yo
decía hace pocos días que para quienes tenemos o no reconocida
nuestra propia personalidad para poder discutir en
esta sala, no se podía encontrar ninguna fórmula para estructurar
la personalidad de Fernando Póo, que es tema de batalla
en esta Conferencia.
No
quiero alargar más mi intervención, porque ya en ni condición
de laico no puedo echar un sermón a nadie, lo que quiero
es apelar a la cordura y buen sentido de mis paisanos
para que, prescindiendo de todo lo que ha ocurrido en esta
sala, buscar una fórmula y que con la buena voluntad del Gobierno
español y con la ayuda de los técnicos españoles, podamos
las dos Delegaciones encontrarnos y discutir una Constitución
que pueda ser aceptable a las dos partes. Yo estoy completamente
en contra de una sugerencia hecha en esta sala sobre que deberíamos
traer técnicos de las Naciones Unidas o que se vaya a
reclamar a las Naciones Unidas sobre lo que se está
discutiendo aquí. Yo creo que el problema de nuestra
independencia compete a la Guinea Ecuatorial y no -debe
producirse ninguna ingerencia exterior de las Naciones Unidas
ni de nadie. Por eso, cuando se nos dijo que el referéndum
de Fernando Póo iba a ser supervisado por los miembros
de las Naciones Unidas, fui el primero que protesté, y dije
que eso sería una humillación, porque entre todas las descolonizaciones
que he visto en África, no he visto que haya
ido a supervisar ningún miembro de las Naciones Unidas. Y ¿por
qué habría de ser así en Fernando Póo?. Y, con este
motivo, como he dicho. antes, apelo a todos los que estamos
aquí para que busquemos la fórmula que nos acerque, porque
desde que estamos aquí, nos encontramos divididos en grupos
pequeños y no nos ponemos de acuerdo, y si no nos ponemos de
acuerdo, ¿qué ayuda queremos que nos preste la Delegación española
ni sus técnicos?.
En
la
primera fase de la Conferencia les conté a Vds. un
apólogo y ese apólogo nos decía que en una noche de intenso
invierno se encontraron una manada de erizos y como el frío
cada vez era más intenso, se encontraron con que no tenían
abrigo y estaban expuestos a perecer. Y entonces, uno de ellos
sugirió que quizás, agrupándose los cuerpos, el calor
que de ellos emanaba daba abrigo a todos y podrían pasar
tranquilos la noche. No muy convencidos, iniciaron el
movimiento y empezaron a hacer una serie de desplazamientos
acomodativos, pero cada vez que se juntaban, las púas de unos
chocaban con el cuerpo de los otros y se volvía a deshacer el
grupo. Pero no se cansaron y siguieron dando vueltas hasta
que encontraron una postura, una posición, que al principio
les parecía imposible, que les permitía que el calor que
emanaba un cuerpo calentara a otro, sin que las púas dañasen.
Este apólogo debemos de tenerle en cuenta la Delegación
guineana en esta Conferencia; y digo que debemos tenerle en
cuenta, porque nuestros hermanos del Continente, con quienes
hemos vivido tantos años, yo creo que podemos llegar a una fórmula
con ellos y buscar ese término medio donde las púas o los
sentimientos nuestros no hieran a los de ellos, porque todo lo
que se está pronunciando aquí, como
dijo ayer el Sr. Expedito, no tiende más que a incitar el odio
y a distanciar más. Por eso, señores, si queremos hacer algo
constructivo, tenemos que abandonar esta postura y tener confianza
en España y en sus técnicos, y buscar la fórmula entre
nosotros, con la ayuda que nos brinda España. Muchas gracias,
señor Presidente.
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
El
Sr. Ateba tiene la palabra.
EL
SEÑOR ATEBA NSON (DON CLEMENTE), del I.P.G.E.:
Muchas
gracias, señor Presidente, para retirar mi palabra
esta tarde, porque recuerdo que ayer tarde llegamos a un
acuerdo, que fue que los técnicos españoles tenían que
presentar el sistema que entendían como de salvaguarda de la
Isla de Fernando Póo por lo que no me cabe en este momento
intervenir.
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
¿Alguien
más quiere hacer uso de la palabra?.
EL
SEÑOR BOTE EBOLA (DON ADOLFO), del NDOWE:
Excelentísimo
señor. Antes de iniciar mi intervención, debo
preguntarme ¿a quién dirigirme, a la Mesa, a la Delegación
española, a la Delegación guineana o al Gobierno español?
.
De
entrada adivino el destino de mis pobres palabras. Me
veo rodeado de enemigos y me considero impotente ante la
situación, no tengo ninguna hada protectora dentro de esta
sala ni fuera de ella, por tanto, sólo debería pronunciar
las mismas palabras que dijo Jesucristo Nuestro Señor en
sus momentos de angustia al morir en la Cruz por redimir nuestros
pecados: ¡Oh Dios mío, por qué me abandonas!.
Desde
la primera fase vi, y ahora veo que se está teniendo
más en cuenta y se da más importancia a las declaraciones
demagógicas de todos los tipos, que a unas verdades palpables
de donde todos debíamos partir como hipótesis de nuestro
trabajo. Vuelvo a preguntar y me gustaría que alguien
me contestase, ¿existe alguna Constitución que se ha hecho
de la nada o de la nada se ha elaborado alguna Constitución?
.
Hablo
en representación de la minoría "Ndowe". El Grupo
"Ndowe" es reo de la independencia. Esta es una
verdad como el mismo Valle de los Caídos, si mal no
recuerdo, es -la
octava maravilla del mundo. El referido grupo ha sido reo de
la Autonomía y lo será de la independencia. No quisiera
hacer mención de nada, pero, la situación me obliga a ello,
creo y estoy seguro que dentro de la historia de España
en tanto y en cuanto se trate de este pedazo de
África
negra hoy en vía de descolonización, España debe tener
memoria del olvidado grupo, cual por evolución de la Historia
fue distinguido por Kombe por haber caído de lleno la
trata de negros en Handje, pueblo donde residía la masa y
actualmente residuos de una tribu de la gran familia "Ndowe",
razón lógica y en parte equívoco que "Ndowe” perdió
su denominación materna que hoy es algo extraña en bocas y oídos
de muchos y de los aquí presentes "Ndowe" tiene muchas
subtribus dentro de sí que forman la gran familia del mismo.
Sé
la respuesta final que se me dará a raíz de esta intervención,
consecuente a ello me cabe decir, que la mala fe y el desinterés
que se tomará en torno a mi petición, será, quizás,
objeto de un supuesto fracaso de la Guinea Ecuatorial
Algunos
guineanos puestos en Madrid en esta segunda fase,
no hacen más que embarullar esta fase, así como ir de
Ministerio a Ministerio en busca de la Presidencia del país,
coaccionando al Gobierno español por medio de sus Altos Representantes,
en vez de buscar por los mismos y entre los mismos una solución
eje y ecuánime que acelere los trabajos del
país del que desean ser presidentes en su día. ¿Cómo vais
a vivir en un país que envenenáis?. Estamos aquí y hay emisarios
en Guinea malgastando el nombre de fulano y mengano,
todo esto porque en el país de los ciegos el tuerto es el
Rey.
Con
la Autonomía parece que se buscaba, y ahora lo estamos
comprobando, el divide y vencerás. No quiero alabar a España
para no incurrir en el habitual error del africano de mentir
ante el blanco omitiendo incluso su propia verdad. Por
todo lo expuesto, me veo obligado a manifestar a España y
a la Delegación de Guinea mis deseos, deseos constructivos, deseos
unitarios y sanos, pero válidos para la construcción de
Guinea Ecuatorial.
Otra
vez me pregunto, ¿cómo concibe España la Guinea Ecuatorial?.
La Guinea Ecuatorial está compuesta o poblada principalmente
de cinco grandes grupos étnicos, su enumeración precisa
hacerlo por orden alfabético: ANNOBONESES, BUBIS CORISQUEFOS,
FANG Y NDOWE. ¿Qué es lo que el grupo "Ndowe" dejó
de hacer o ha hecho en la era colonizadora, que ha motivado
el que la madre España tenga a este hijo por pródigo? ¿Calatrava
no fue en su día Sala de Embajadores y Ministerio de Asuntos
Exteriores entablando acuerdos?. Si atribuyo que se me
perdone, creo que el acto se celebró precisamente con
el grupo hoy desdeñado.
Antes
pregunté, si existe alguna Constitución que se -hizo de la
nada o de la nada se ha elaborado alguna Constitución.
El
Sr. Zumalacárregui, en su intervención en la primera
fase, dijo que él hablaba de la economía de Guinea en España,
no hablaba de la economía de Guinea en Guinea, y, yo
digo,.que debemos hacer la Constitución de Guinea en África,
no debemos hacer la Constitución de Guinea en Europa.
Ahora
me pregunto ¿existe espíritu nacional o conciencia nacional,
hoy por hoy?. Nuestra Constitución debe amoldarse a nuestras
aspiraciones y condición del país, a nuestra
realidad, ahora bien, cuando el tiempo haya superado al
tiempo, podremos entonces presumir del espíritu y conciencia
nacional, y de la Constitución que nos ha permitido alcanzarla.
Para
ello hago un llamamiento a la Delegación española en
los términos siguientes: "más vale que la opinión pública
internacional se ría de nuestras comunidades diferenciadas y
que nuestra Constitución proporcione tranquilidad a nuestro
diminuto país, que a la inversa". ¿Qué nos valdría una
Constitución española, o europea, elogiada internacionalmente
que nos conduzca en África a términos irreparables?
Pido
a la Delegación española, a los técnicos que hubiesen, y
asimismo a mis hermanos bubis, fang y otros que permitan
que se haga constar en Acta los deseos de los "ndowes
de ver "salvaguardada" su personalidad en la
Constitución,
de tener garantizado el acceso de esta minoría a los puestos
políticos y económicos.
Creo
que existe en la Mesa de esta Conferencia mi petición y que
no se ha querido buscar solución. España puede todavía,
antes de que sea tarde, demostrar al resto del mundo
que tiene dentro del corazón de África un diminuto país
tranquilo y bien cultivado, sólo entonces sería España modelo
de todos los países colonizadores. Pero esta cualificación
debe emanar de una Constitución buena, buena en el sentido
de garantizar a las minorías, según recuerdo manifestó
alguna vez el Gobierno español.
Repito,
el grupo "Ndowe" o comunidad diferenciada como se
nos quieran distinguir, deseamos ocupar la vida política nacional
en el futuro Estado de Guinea, al igual que el resto
de los otros grupos, nuestra única garantía es una verdadera
y fiel Constitución africana, que impida vuelva a repetirse
con la Independencia, lo que ha pasado con las bases
de la Autonomía, que ha discriminado entre nosotros a favor
del bubi o del fang.
Repito,
la Constitución debe garantizar la presencia en
cada órgano de esta minoría. No impongo, sino que ruego a
la Mesa y a todos los Delegados de ambas Delegaciones hagan máximo
esfuerzo en comprender que nosotros no podemos apoyar
más que aquella Constitución, sin encerrarnos en cuestiones
técnicas que basada en la realidad de las cosas, nos
proporciona garantías claras y positivas.
Hablo
con el corazón en la mano suplicando una vez más a
todos los Delegados con voz y voto en esta Conferencia Constitucional.
No
dejemos de comprender que el resto de países africanos
independientes no tienen constituciones propias, pero si sé
que no tuvieron buen entendimiento con sus países colonizadores,
de hecho y casi como Guinea Ecuatorial.
Terminando,
digo, que, el que diga que mi propuesta es
anticonstitucional,
entonces me cabe decir categóricamente que
no es africano ni quiere construir la Guinea. Sé sobradamente
que muchos están molestos por mi propuesta, quién sienta
como africano y esté en las condiciones de 'Ndowe" -haría
la misma petición como la que formula "Ndowe".
Todos
los países africanos saben sobradamente que GUINEA
ECUATORIAL será el único país africano que tendrá su propia
Constitución ¿alguien lo duda, que levante su dedo?.
Mis
palabras no son teledirigidas, son puro africanismo.
Aunque digo que termino y sigo, ahora si con estas últimas
palabras, porque el Gobierno español lo dijo, caso contrario
que se me perdone, SALVAGUARDA LA PERSONALIDAD DE FERNANDO
P00 Y GARANTÍA DE LAS MINORÍAS, ésta sin duda es una de las
fórmulas lógicas e ideales, el reflejo de todo en la
Constitución, de tal forma que nada será violable al correr
el tiempo.
Me
gusta la monotonía para que se me entienda mejor, suplico
a la Delegación hispano-guineana para que todos conjuntamente
apoyemos una solución ideal y lógica para garantizar todas
las minorías a fin de construir Guinea Ecuatorial
cuya base está y debe ser una buena. Constitución que también
salvaguardará la personalidad de España en el terreno
internacional. Esta Constitución debe ser la que fraternalmente
hemos preparado y construido. La que ha sido avalada
por la minoría “Ndowe", junto con los demás grupos
guineanos,
y que es nuestra sola esperanza. Aprobemos nuestro proyecto
constitucional en nombre del pueblo de Guinea y por
nuestra responsabilidad ante Dios y ante la Historia. ¡VIVA
GUINEA ECUATORIAL!
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
El
señor Federico Ngomo tiene la palabra.
EL
SEÑOR NGOMO (DON FEDERICO):
Muchas
gracias, señor Presidente. Yo creo que la Delegación
de Guinea o los delegados de la Delegación de Guinea no
deben escoger esta sala para aconsejar a sus miembros. Esta es
una sala de Conferencias, el Salón de Embajadores del
Ministerio de Asuntos Exteriores y no es lugar adecuado en el
que debemos dar consejos para conseguir una buena marcha en la
Conferencia. En Madrid hay muchas casas, muchas salas, que son
casas nuestras, porque son entidades que proceden de la
Guinea: el Comité Sindical Pro Guinea, y varios más, por no
citar todas, incluso locales de turismo. Las intervenciones de
la Delegación guineana son consejos normalmente
que no sé si a la Delegación del Gobierno español gustan.
Si yo quiero aconsejar a la Delegación, si quiero hablar con
algunos de sus miembros, los convoco en mi casa y les hablo,
pero creo que es perder el tiempo. Por otra parte, señor
Presidente, me gustaría saber si los acuerdos adoptados en la
sesión anterior vinculan en la sesión siguiente, porque si
vincula ¿por qué no continuamos la sesión de ayer, y
el Servicio Técnico nos explica la especial salvaguardia de
Fernando Póo, que, en definitiva, es el asunto más importante
de momento, y está en el orden del día?. Muchas gracias.
EL
SEÑOR GORI MOLUBELA (DON ENRIQUE):
Mi
intervención era solamente para abundar en el mismo criterio
que ha expuesto don Federico, que parece como si nos hubiésemos
puesto de acuerdo. No vamos a estar igual que anoche desde las
siete y media de la tarde hasta la una de la noche perdiendo
el tiempo, vamos, perdiendo el tiempo no, porque escuchamos la
palabra de grandes personalidades, hubo varias intervenciones
muy bonitas, muy brillantes, pero en resumidas cuentas, que no
llegamos a nada concreto. Aunque
sí llegamos a un acuerdo positivo. Se dijo, me parece
creer entender, que igual se rechazó el proyecto presentado
por 23 firmantes, al igual que se había rechazado el proyecto
presentado por un grupo de Fernando Póo, en el que se pedía
la independencia de Fernando Póo, uno de los firmantes soy
yo, que lo retiré porque yo sabía que no iba a prosperar,
pero lo metí por si colaba. Vamos a ser sinceros. Hay un
equipo de técnicos que nos asesora. Unos sabrán más y otros
sabrán menos; nadie sabe lo que sabe el otro, pero tenemos la
obligación elementalísima de conceder un mínimo de
confianza a un equipo técnico para que nos asesore, porque es
imposible que nos entendamos todos. Bien. Se nos rechazó el
proyecto. Era lógico. ¿Por qué me voy a empeñar, por ejemplo,
en hacer de mi pueblo batete, una República, cuando no puede
ser?. Y hablo así porque yo señores soy natural de Batete,
un pueblo situado a 60 kilómetros de Santa Isabel, al
Suroeste de la Isla. En aquel tiempo, era aquello la República
independiente de Bátete, porque eran gentes rebeldes, cabezas
duras, y no en el sentido peyorativo con que se conoce, por
ejemplo, a los habitantes de Aragón, de los que se dice
"tienes la cabeza más dura que un aragonés". Esta
es una anécdota para alegrar un poco la tarde. Los de Batete
duros de cabeza- denominaban entonces al pueblo República
Independiente de Batete. ¿Por qué me voy a empeñar, señores,
en las circunstancias en que estamos en pedir la independencia
de Fernando Póo?. Es como si pidiera la independencia de Batete.
Fernando
Póo dista de Río Muni trescientos kilómetros. Tienen
lenguas distintas, distinta geografía; son dos pueblos
distintos, totalmente, sí. Pero la potencia administradora,
en virtud de una serie de técnicas, de una serie de
convenios, de una serie de razones de carácter general, de carácter
internacional, nos obliga a convivir.
Se
ha hablado de la supranacionalidad, de una serie de cosas
raras. Hoy se han superado las distancias. Desde Santa Isabel
se viene en nueve o doce horas de vuelo.
España,
en su altísimo criterio, como potencia administradora,
dice: si señor, todo eso que están Vds. diciendo está muy
bien, pero les doy la independencia y se la doy unida, salvando
la personalidad de Fernando Póo.
Yo
quiero entender que España ha terminado su misión. Los
que tenemos que ponernos de acuerdo somos nosotros. ¿Por qué
voy a darme con la cabeza contra una roca cuando el que va
a morir yo soy?.
No
vamos a volver a insistir sobre lo mismo. Igual que se rechazó
el proyecto presentado por Fernando Póo, se ha -rechazado el
otro proyecto. ¿Por qué?. Porque no cumple ni se
encuadra dentro del criterio de la declaración del Gobierno
de la nación. Perfectamente.
Estuvimos
ayer desde las siete hasta la una de la noche aquí sentados y
hoy veo que vamos a seguir el mismo camino. ¿Por qué no se
llega, igual que el anteproyecto presentado por Fernando Póo,
a que quede rechazado y quedar para el -articulado
como parte de la enmienda para cuando se estudie?.
Cuando
nos reunimos solos la Delegación guineana, sin la
intervención de la Delegación española, me acuerdo que
-dije -lo cuento como anécdota- que sería conveniente traer a
la Guardia Civil, porque si no nos íbamos a pegar. Alguien de
Río Muni dijo, sobre eso de la salvaguardia, que se quedaran
los de Fernando Póo. Después de hablar la Delegación española
se quedó la Delegación guineana. Dentro de la Delegación
guineana se marchó la de Río Muni. Nos quedamos y redactamos
una serie de notas de propuestas, entre ellas la mía, otra de
Alfredo Jones, Grange y Tomás King. Después de esto
se quedaron ellos solos y empezaron un borrador y sobre este
mismo borrador nos volvimos a reunir y los de Fernando Póo
estuvieron tres días solos, Estos hicieron unas notas -para
que las viesen los de Río Muni. Los de Río Muni aceptaron
parte y rechazaron otra parte.
Señores,
estamos dando vueltas sobre el mismo tinglado y
los únicos perjudicados somos nosotros y aquella población
que decimos que estamos representando.
El
documento de ayer me parece que quedó claro. Los que no estén
de acuerdo con los firmantes de este documento, que no se
levanten a hacer discursos -no coarto la
libertad, cada
uno
puede decir lo que le dé la gana. Unos y
otros pueden luego
coger párrafo por párrafo del texto e impugnarlos,
pero
con conocimiento de causa.
Respecto
del tema de la ONU, quiero decir que esto es un
problema de Guinea con España. No vamos a estar perdiendo el
tiempo hasta la una sin poder cenar. Vamos a pedir el texto
y que quede como aportación para la cuestión del articulado.
Porque aquí no hay nadie privilegiado; todos somos de Guinea
y asunto terminado.
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
Ha
pedido la palabra el Sr. Maho.
EL
SEÑOR MAHO SICACHA (DON LUIS):
En
mi última intervención, como razón fundamental, rechacé la
intervención de los técnicos como tales -como personas les
pido que me disculpen-; pero como técnicos sigo apoyando
lo mismo.
Hubo
un señor ayer de la Delegación española -no sé como
se llama; no sé si fue el Sr. Zumalacárregui- que apuntó
que la personalidad de Fernando Póo no sólo estribaba en unas
delegaciones económicas y administrativas, sino que también
en una seguridad política. Otro señor de la Delegación. de
Río Muni, recogiendo esas palabras dijo que él creía que, partiendo
de esta base, Fernando Póo, o la Delegación española
-no sé a quién de los dos se refería- tenían que estructurar
cuáles eran esas bases, para presentarlas al pueblo de Fernando
Póo. Si las aceptaban entonces se podría dialogar con
la otra parte de la Delegación de Río Muni. Quizás me
equivoco; no sé si eran las palabras exactas o no.
Hubo
otros señores que pidieron la intervención de las Naciones
Unidas. Es verdad que la misión de este Organismo es
resolver los problemas que se plantean en todo el mundo. Pero
estamos viendo, leyendo y observando que la ONU jamás ha
resuelto nada.
Cuando
el Comité de los Veinticuatro fue a Fernando Peo, yo
no me metí en lo que hablaran con los señores de la calle o
con los partidos políticos, porque no estaba allí. Lo único
que puedo decir es lo que hablaron con los señores que formamos
parte del Gobierno. Una de las preguntas que hice, cuando
dijeron que pedían su intervención en nuestros debates con
el Gobierno español, fue al Delegado de Polonia, a quien
dije que si en Polonia había elecciones si intervenían las
Naciones Unidas.
Si
esos señores en los problemas del Vietnam, de Oriente Medio,
del Congo, de Biafra, no han podido resolver nada, que son
problemas sangrientos, cómo podemos pretender que nos los
resuelvan a nosotros que aún no somos una nación, que
estamos negociando con España para que tengamos una personalidad
política, jurídica e internacional. No podemos buscar un órgano
internacional que se inmiscuya en nuestros problemas.
Queremos que, como hijos que somos todos -como decimos-
de España, nos entendamos con el Gobierno español a través
de sus representantes. Hasta tanto no consigamos una Constitución
que convenga a las dos Delegaciones guineanas, que son la de
Fernando Póo y la de Río Muni, yo creo que huelga lo demás.
Hemos de buscar la fórmula que nos permita entendernos.
La
"madre del cordero", come vulgarmente se dice, es
que en
la primera fase de la Conferencia, los señores de Río Muni
presentaban el problema de una independencia total y absoluta
antes del 15 o para el 15 de julio de 1968. Los señores de
Fernando Póo dijeron que no querían saber nada de esta independencia
hasta tanto no consiguiesen su separación total y absoluta de
Río Muni. Y así las cosas, el Gobierno español tomó en
consideración esos dos problemas. Unos que piden una
independencia total y otros que piden una separación total y
absoluta. En una declaración que el Gobierno español hizo
-no recuerdo exactamente los términos- se intentaba buscar
dar la independencia a Guinea bajo una unidad política, salvaguardando
la personalidad de Fernando Póo. ¿Cuál es esta
personalidad?. Ahí está el asunto al cual debemos llegar. La
personalidad, bajo mi punto de vista, está dada ya. Fernando
Póo posee instituciones económicas y administrativas, pero
esto no basta para darle su personalidad.. Basta tener un
concepto político, una seguridad política y esto es lo único
que le contentará. Creo que recojo las palabras que pronuncio
ayer un señor de la Delegación española, creo que fue
el Sr. Barreiro, cuando decía que este es el concepto que
debemos estudiar. En el momento que nos asesora una
personalidad, creo yo que el Gobierno español también
asesorará a las demás minorías, y todos juntos formaríamos
un país, una nación, y cada uno dentro de su personalidad.
Hasta tanto que no lleguemos a esto, creo yo, señores, que
huelgan los
comentarios, huelga el que estemos aquí perdiendo el tiempo.
Si hoy en día, en un texto articulado, no nos ponemos de acuerdo,
cuando medien las condiciones económicas, jurídicas, etc.,
tampoco llegaremos a un acuerdo.
Por
otra parte -y no creo que me meta yo con los técnicos,
ya saben los Sres. Herrero y Condomines que no me meto con
ellos-, yo creo que el texto que sugiero aquí no es un texto
articulado, sino unas bases como las que ellos elaboraron
el primer día. Sobre esas bases se debería discutir si se
llegaba a un acuerdo, y una vez llegados a ese acuerdo, -como
se hizo con la autonomía, se busque a personas de gran capacidad
para estudiar esas bases artículo por artículo, porque,
señores de la Delegación española, no creo que ni Vds
mismos puedan llegar a un acuerdo sobre 80 o 90 artículos.
Nosotros tampoco llegaremos a un acuerdo.
Pido
un poco de comprensión por parte de la Delegación española,
que no se nos presente como intransigente. Estamos buscando
esta personalidad y no vamos en contra de nuestros hermanos de
Río Muni. En el momento que tengamos nuestro asesoramiento
es que también tienen el suyo enmarcado simultáneamente
enfrente del nuestro, pero lo que no podemos hacer es
aceptar cosas que no tienen sentido para nosotros. Yo he
estado repasando una Constitución, que se trajo ayer, de 45
diputados, 14 para Fernando Póo y el resto para Río Muni.
-Los dos tercios de 43 son 30. ¿Es que Vds. creen que puede
-Río Muni llegar a tener esta mayoría dentro de la
Asamblea?. Debemos buscar la manera de que al dividir los dos
tercios, por
lo menos que nos queden tres o cuatro escaños en los que
podamos emitir un voto.
Pero
fíjense Vds. que el Presidente será el de mayor número
de votos. Fernando Póo nunca podrá ostentar, de esa forma,
una Presidencia.
Desde
el momento en que nosotros vamos configurando la personalidad
nuestra, tal como la creemos enmarcada dentro de la
declaración española, en una Constitución, a ello iremos no
nosotros que somos unos mandados, pero tenemos que pedir que
se someta al pueblo de Guinea. Creo que los señores de --Río
Muni están aquí también como mandados, igual que nosotros los
de Fernando Póo, que somos mandados por nuestros territorios.
En
la Constitución base hispano-guineana se habla en el
artículo final de que cualquier modificación de la Constitución
requerirá los dos tercios do la Cámara, y luego dos
referendums territoriales, porque para la aprobación de esta
misma Constitución se nos pide esto: que cada territorio haga
su referéndum. El hecho de que no haya unanimidad en
la propuesta de Constitución demuestra que hay discrepancias
en las dos Delegaciones. Arbítrennos Vds. una fórmula y
llegaremos a un entendimiento. Creo que se puede llegar a él porque,
quien más quien menos aquí todos somos amigos, quien más
quien menos, hemos comido en la misma mesa y somos tanto de
Río Muni como de Fernando Póo. No hay enemistad personal, hay
enemistad política, de ideas, de forma de enfocar el problema.
Yo creo que hay que buscar una fórmula para que podamos
llegar a entendernos.
Unos
piden una rigidez, estiman que es una unidad a ultranza;
otros, piden una separación a ultranza, cosas .ambas que
no dice la declaración española que sea a ultranza.
Busquemos dónde podemos encentrarnos entre esos dos extremos.
Muchas
gracias, señor Presidente.
EL
SEÑOR N'DONGO MIYONE (DON ATANASIO).:
Pido
la palabra para un punto de orden. Ha habido un miembro
de la Delegación española que ha pedido la palabra hace
tiempo. Yo creo que, para buscar el equilibrio en las intervenciones,
podría empezar a hablar el representante español. Muchas
gracias, señor Presidente.
EL
SEÑOR EDU MBUY (DON JOVINO):
Quisiera
hacer una pequeña aclaración respecto al documento
del anteproyecto nuestro que quedó pendiente ayer de discutir,
porque según la intervención del señor Presidente de la
Asamblea, dicho anteproyecto fue rechazado. Y antes de tomar
como punto primordial de los debates la salvaguarda de Fernando
Póo dentro del posible estatuto político, quisiera nos
aclarase por qué es eso. Yo me quedé ayer en el primer puesto
para intervenir en el día de hoy. Tengo mi intervención preparada,
pero no puedo intervenir porque tengo una determinada
consigna. Quiero que la Mesa nos aclare en qué situación se
encuentra nuestro documento. Pero me reservo intervenir más adelante.
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
Cuando
la Mesa haya decidido sobre el informe técnico, ese
problema quedará resuelto. De manera que todas las
facilidades que damos ahora, no existirán cuando la Mesa haya
tomado postura
sobre la aceptabilidad o no de este documento. Entonces ya no
se concederá la palabra para referirse a este asunto, a fin
de que no se reactive un debate al que se ha dado ya
tan generosa extensión. De manera, que si el señor Edu
quiere hablar,
puede hacerlo; pero si la Mesa toma una posición, esa posición
de la Mesa es irrevocable.
EL
SEÑOR EDU MBUY (DON JOVINO)(IPGE):
En
ese caso, me reservo hasta el último.
EL
SEÑOR MARTIN VILLA :
Creo
que se debe hacer uso de la palabra según se va solicitando,
porque en caso contrario, igual que el Señor Representante
nosotros nos podríamos reservar todos para ser
los últimos.
EL
SEÑOR JONES NIGER (DON ALFREDO):
Para
una aclaración. Era precisamente para contestar las
sugerencias que han hecho aquí los Sres. Gori y Ngomo. de
que esto no es una sala para dar consejos y abundar en su idea;
pero si yo he recomendado porque resulta que la Delegación
guineana, en el único sitio donde se encuentra es precisamente
en este salón.
Estoy
de acuerdo completamente, porque ayer se ha presentado
aquí un proyecto de Constitución donde había 23 firmas,
las de 20 Delegados de Río Muni y 3 de Fernando Póo. Esa
Constitución la defendió un señor de Fernando Póo, empezó
a defenderla un Representante del grupo étnico fernandino,
al que yo pertenezco, y otros tres señores que pertenecen
al grupo fernandino, que existen aquí, en esta Conferencia,
tampoco tenía conocimiento de ello.
Por eso, yo decía y abundo en la idea y les invito que
al salir de aquí convocar
una reunión conjunta de todos los Delegados guineanos, para
encontrarnos y discutir nuestras diferencias, pues si no,
seguiremos dando las mismas vueltas, con verbalismos y retóricas
que no nos conducen al fin que perseguimos.
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
Sepan
ustedes que para esta reunión siempre podrán disponer
de cualquier local del Gobierno español que soliciten y
a la hora que ustedes quieran.
El Sr. Ondo tiene la palabra.
EL
SEÑOR ONDO EDU (DON BONIFACIO):
La
cedo al Señor Macías.
EL
SEÑOR MACIAS NGUEMA (DON FRANCISCO):
Muchas
gracias, Señor Presidente. Unas breves palabras solamente.
Yo espero que en este acto se reconozca la labor
de las Naciones Unidas realizada después de la segunda Guerra
Mundial. Yo he sido la única persona que sugerí ayer
la presencia de dos técnicos de las Naciones Unidas para que
colaboren con los técnicos españoles.
¿Por qué? Porque
España está pagando dinero a las Naciones Unidas; mucho
dinero. Yo sé
que España está pagando una cuota a las Naciones Unidas y
por eso yo había sugerido, precisamente, la presencia
de dos técnicos de la Organización.
Ya
nadie piensa en las Naciones Unidas ahora, por encontrarse
privilegiados. Dentro
de esa Sala existen peticionarios
que fueron a las Naciones Unidas - no sé si me equivoco - en
1962, a pedir la independencia de la Guinea Ecuatorial,
y hoy día resulta que la labor de las Naciones Unidas
no esta reconocida.
Después
de la segunda Guerra Mundial, sin las Naciones Unidas,
África no hubiera podido liberarse, y ahora nadie le
agradece ese privilegio que ya estamos gozando, porque ya
somos Consejeros, ya somos Presidentes, Vicepresidentes,
Delegados gubernativos. La
labor de las Naciones Unidas no se quiere ahora reconocer.
Las Naciones Unidas no son culpables
de lo que está ocurriendo ahora en África, pues si muchos países
de África van mal con su independencia, en Europa pasa también.
Las dos guerras mundiales no han sido
provocadas por África; han sido provocadas por Europa. Por
lo tanto, hay que reconocer la labor de las Naciones Unidas.
Me refiero a los africanos que aquí están diciendo han
sido provocadas por África; han sido provocadas por Europa. Por lo tanto, hay que reconocer la labor de las Naciones
Unidas. Me
refiero a los africanos que aquí están diciendo que no
reconocer la labor de las Naciones Unidas. Es un mito.
Sin las Naciones Unidas, el Continente africano no se
hubiera liberado. Después
de la creación de las Naciones Unidas han surgido en África
más de cuarenta naciones independientes.
Eso, debido a la influencia de los hombres
que están en las Naciones Unidas., incluida la misma España,
porque España también está votando allí la descolonización.
Por lo tanto, yo quiero llamar la atención, que nos
sometamos a los votos de las Naciones Unidas, a las que España
paga una cuota. Y si a nosotros luego nos va mal la independencia, no es
culpa de las Naciones Unidas y no ataquemos a las Naciones
Unidas. Que
hablemos con España, porque es la que nos da la
independencia, pero también con las Naciones Unidas, a las
que asiste el derecho. ¿Por qué está el Comité de
Descolonización? ¿Por qué se vota allí la independencia?
Yo estaba allí cuando el Representante español votó la
independencia de Guinea; pero cuando estamos privilegiados, ya
no reconocemos a las Naciones Unidas. Cuando la
Guinea Ecuatorial sea independiente ¿no tendrá un representante
en las Naciones Unidas, al lado de España, como los países
francófonos se sientan al lado de Francia, como los
países de habla inglesa están al lado de Gran Bretaña?
En
1962 fueron, que yo recuerde, y aquí están en esta
Conferencia, los primeros Representantes de Río Muni y de Fernando
Póo unidos, a pedir la independencia, no para Fernando
Póo ni para Río Muni, sino para el conjunto de los dos
territorios, y si hoy día estamos cambiando, porque ya
cobramos sesenta mil pesetas, ya no reconocemos la labor de
las Naciones Unidas.
Las
Naciones Unidas no se han inmiscuido en nada.
Yo únicamente
he hecho una sugerencia.
Esa sugerencia, la acepta
el Gobierno español o la rechaza.
Ahora ya sabemos el
camino donde ir y estamos atacando a las Naciones Unidas. ¿Por
qué está ese gran edificio en Nueva York?
¿Por qué se están
gastando millones y millones de pesetas los hombres en esa
Organización? Porque quieren la paz.
Por eso hablé yo de
las Naciones Unidas. Las
Naciones Unidas no se han metido
en nada, no ha habido aquí ingerencia alguna, pero si se dice
allí que hay algún país dependiente todavía, entonces se
mete y las Naciones Unidas han resuelto muchos casos. Veamos
el anuario de las Naciones Unidas y veremos lo que ha
ocurrido. Por lo
tanto, aquí nos limitamos a decir que la ONU no hace nada; y
al decir que no hace nada se ataca al
Representante nuestro, que es el español.
Cuando
surgió el problema árabe-israelí estaba allí y pude
ver lo que España hacía.
Las Naciones Unidas la constituyen
grandes Potencias, como España, Norteamérica, China Nacionalista
- menos la comunista - y todos los países. Dejemos
de atacar aquí a las Naciones Unidas.
Yo he hecho una
sugerencia a la Comisión Técnica, para buscar un arbitro.
España está ahora de arbitro entre nosotros, para ver
como
vamos a la independencia.
Yo adquiero la responsabilidad
de haber pedido los técnicos de las Naciones Unidas, y
aún insisto en mi petición.
Yo soy responsable de los actos
de mi pueblo. Yo
defiendo a Guinea, como los españoles
defienden a España. Muchas
gracias, Señor Presidente.
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
Tiene
la palabra el Señor Ondo.
Es el último orador.
EL
SEÑOR ONDO EDU (DON BONIFACIO):
Señor
Presidente, Señores Delegados peninsulares, Hermanos
de la Delegación guineana.
Permítanme
que utilice unos pocos minutos de esta sesión de la
Conferencia para ver si me es posible contribuir en
algo a hallar un punto de concordia que pueda hacer útiles nuestros
trabajos que se van haciendo, creo yo, más laboriosos y
pesados de lo que es de desear.
Hermanos,
no queremos que triunfen inexorablemente cada
una de nuestras propias propuestas.
La virtud, como todos
sabéis, se halla en un término medio entre otros dos que son
viciosos. Busquemos
ese término medio para salir de esta enojosa situación que
muy poco dice de bueno sobre nuestra
preparación para las lides políticas.
Señor
Presidente, en nombre propio y en el de los muchos
guineanos que aquí me cabe la honra de representar, yo solicito
a la Mesa que se pase a estudiar y enmendar, artículo por artículo,
el anteproyecto de texto constitucional
elaborado por la Delegación guineana y auxiliada en las tareas
de redacción por el Comité Técnico de esta Conferencia.
Y
le solicito también, Señor Presidente, que las dos enmiendas
a la totalidad del mismo, presentadas respectivamente por
algunos señores Delegados de Fernando Póo y Río Muni,
sean tenidas en cuenta como enmiendas parciales a nuestro
texto de trabajo en cuanto, el uno, el de ciertos Delegados de
Fernando Póo, no se oponga a la unidad indestructible de la
joven Patria que deseamos ver nacer; y en cuanto
al otro, el presentado por ciertos Delegados de Río Muni, respete
la personalidad de Fernando Póo, de Río Muni, de Annobón,
de Corisco, de Elobey Grande y de Elobey Chico. Y ello porque
el principio de respeto a los hombres, a sus comunidades y a
sus intereses es algo que me parece muy deseable y justo. Y porque así debería pensar todo guineano que quiera crear
una conciencia nacional con indestructibles lazos fraternales
entre todos sus hijos. Este
es el ejemplo
de España que deberíamos aprender.
Muchas gracias, Señor
Presidente.
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
Voy
a conceder la palabra al señor Gómez de Aranda para que en
representación de la Delegación española, explique
el punto de vista de la Delegación española sobre cómo se
puede respetar en una Constitución la personalidad de Fernando
Póo.
EL
SEÑOR GÓMEZ DE ARANDA (DON LUIS):
Señor
Presidente, Señores miembros de ambas Delegaciones:
En palabra sencilla, quiero expresar, sin poner más pasión
de la posible, toda vez que en la pasión nunca puse discrepancia,
lo que entendemos y lo que puede ser la salvaguarda.
Se pedía la definición de la salvaguarda. Realmente, una definición me parece, por un lado difícil, y
por otro,
inútil e inoportuna. Una
definición es difícil.
Las cosas que nos parecían más elementales, más
claras, como el metro, la unidad de medida utilizada por el
mundo, ha sido objeto de una definición nueva.
Es un ejemplo vulgar y corriente
.
Quiero
decir con esto que cualquier definición puede ser tachada por
discrepante o pueden verse en ella fallos de puntos débiles o
puntos oscuros. La
definición no serviría,
por tanto, por ser un poco difícil y, al mismo tiempo,
superficial. No se trata de una definición.
No se trata de definir.
Se trata de organizar las garantías que Fernando Póo
puede entender como tal salvaguarda.
Garantías
que tampoco merman ni menoscaban la independencia unitaria
de la unidad de la Guinea Ecuatorial. Organizar garantías
en la estructura. Esto,
para mí, es en lo que debe cifrarse
naturalmente esta salvaguarda de Fernando Póo. También
había una objeción relativa a que se diga la salvaguarda
de Fernando Póo y la de Río Muni. Que me perdonen los
amigos de Río Muni, pero claro está que esto entrañaba un
sofisma, porque salvaguardar a la minoría, a la parte más
débil, implica ya que la mayoría se salvaguarda por sí sola.
Por tanto, vamos a hablar, por supuesto, de la salvaguarda
de Fernando Póo. Se
trata, o estamos tratando de marchar, con plena generosidad,
hacia un Estado nuevo, este Estado de la Guinea Ecuatorial.
Un Estado nuevo que debe corresponder
normalmente a una nación nueva.
En
los primeros días de la primera fase de esta Conferencia,
discutían los de Fernando Póo cuando afirmaban su absoluta
independencia, basándose en que su lengua era distinta,
su raza era distinta, sus costumbres eran distintas, etc.
Entonces no intervinimos.
Intervinieron ustedes, los miembros de Río Muni, pero
ahora, al resumir, recordando aquellos momentos, digo que una
nación no es una raza, porque
hay naciones con varias razas; una nación no es una lengua,
porque hay naciones con varias lenguas. Una nación es, fundamentalmente,
una empresa en marcha, una unión de hombres
para hacer algo en común, un programa subjetivo de vida en
común, algo que se mide no en función de la historia sino en
función del futuro, de lo que queremos hacer juntos. El
hombre tiene que unirse a los demás para hacer cosas para ese
futuro. Y
entonces, se entiende que una nación tiene que ser la nación
guineana en su conjunto: la de la Isla y la
del Continente. ¿Por
qué? Porque solos no podrían ir a ninguna
parte, y segundo, porque tienen unos lazos ya comunes que nos
dan, por encima de las diferencias raciales, de las
diferencias lingüísticas, de las diferencias dialectales,
etc., una lengua común, un instrumento común de expresión,
que es el español, y una serie de lazos comunes de una organización
no muy antigua, pero suficientemente antigua o vieja para
haber trazado estos vínculos y estos lazos de unión.
Efectivamente, ustedes lo han dicho, han comido juntos,
ustedes son hermanos. Pues
bien, todos entendemos que hace falta y es preciso conceder
esta unidad, esta independencia como unidad de doctrina, como
esa empresa en marcha que
os, como dije el otro día, esta pequeña pero importante y
culta nación de habla española en el seno de África.
Ahora
bien. Como naturalmente es una nación todavía no madura, y
esto ustedes mismos lo han reconocido - el Señor Ibongo
y algunos más - no hay todavía planes maduros; como estos
lazos de nación no se han creado en su plena intensidad,
puesto que la nación en el mundo occidental surge, en el
siglo XIV, en el XV empezó a despertar la nacionalidad a
través de una serie de siglos, y perdonadme que en esto parece
que haya un exceso de retórica, pues entonces es lógico
que tampoco esta nación nueva no tenga estos lazos, estas
raíces tan hondas y esta unión tan estrecha, y entonces
puede haber una discrepancia, unos recelos.
También lo decían ayer los miembros de MONALIGE.
No podemos negar que
hay un dualismo. Es
una realidad que existe un dualismo, unos recelos, una
suspicacia.
Entonces
no hay más remedio que conceder a Fernando Póo
las garantías que ellos quieran en una estructura que ellos
entiendan que está salvaguardada su personalidad, su independencia,
su autonomía con personalidad dentro de la Patria
común, que es la Guinea Ecuatorial.
Es
cierto que si el tiempo va pasando, que si hacéis cosas
juntos en ese quehacer de toda nación, es posible que podáis
fundiros en una verdadera Patria, sin recelo ninguno, ni
suspicacias. Pero es evidente que hoy existen esos recelos,
existen esas suspicacias.
Y hay que salir a su paso, dando
esas garantías al pueblo de Fernando Póo.
Y esto ¿cómo se hace?
No por medio de una definición, sino por medio de unas
estructuras, de unos aparatos, de un sistema de equilibrio de
poder que dé estos contrapesos y estas garantías, no unas
palabras que las lleve el viento, sino una institución
estable que garantice este contrapeso, este equilibrio.
Esto
se puede hacer por una serie de razones que voy a exponer
brevemente. Primero,
por una distribución de competencias;
segundo, por una afirmación de la personalidad provincial
a través de unas estructuras específicas de la Provincia;
y tercero, por medio de la participación política
- ya veremos cuál - de Fernando Póo en los Órganos del
Estado común, en los órganos del nuevo Estado de Guinea Ecuatorial.
En
razón de las competencias, naturalmente que en esto hay que
afinar. No
podemos decir - perdonadme; no me gusta la
crítica particular, pero tengo que criticar -, no debemos decir,
como decía la enmienda a la totalidad de los 23, que las
cosas principales son el Municipio, la Provincia.
Perdonadme, pero comprenderéis, igual que yo, que esto
no nos dice nada, que no resuelve nada, hace falta afinar más.
Para esto hay una serie de procedimientos, de sistemas. Vamos
a dar tres fundamentales.
Uno puede ser por medio de una atribución
expresa de competencias a cada Provincia y al Estado,
o sea, una especie de catálogo del repertorio de
competencias: orden público, etc.; una lista de competencias.
Segunda
petición: atribuir unas competencias al Estado: las
competencias fundamentales de soberanía, etc., etc. deben ser
del Estado, y entonces, el resto, el residuo, claro está,
lo que no está atribuido, reservado al nuevo Estado se
entenderá que lo conserva la Provincia.
Y
la tercera, atribuir a la Provincia una serie de competencias
específicas que no cede, y en todo aquello que la Provincia
no tenga definido, está claro que corresponderá al
Estado.
Naturalmente
que esta es una impresión y después hace falta meter, dentro
de estas ideas que os estoy exponiendo desordenadamente,
cuál sea la competencia de cada cual, cual sea
la competencia del Estado, de la Provincia.
Para esto es
la Constitución.
Segundo,
que no es contrapuesto, sino complementario de
lo anterior, la atribución....
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
Sr.
Gómez de Aranda: me indican que habla usted demasiado
de prisa.
EL
SEÑOR NSUE ANGUE (DON JOSÉ):
Es
que esto es muy importante para nosotros.
EL
SEÑOR GÓMEZ DE ARANDA (DON LUSI): Perdón,
es que es mi costumbre.
Los
tres sistemas son, o bien establecer en la Constitución un
repertorio, una lista de competencias: cuáles corresponden
al Estado y cuáles a la Provincia.
Esto es un procedimiento.
Otro es que el Estado se atribuye unas competencias,
las que entiende que son indeclinablemente suyas, y
entonces, todo aquello que no está reservado al Estado, está
claro que corresponderá a la Provincia.
Y el tercer procedimiento
es el inverso: que cada Provincia, o la Provincia, se reserve
una serie de competencias que como tal Provincia le
corresponde. Y,
claro está, lo mismo que dije antes: todo aquello que no esté
definido como competencia provincial,
quedará atribuido al Estado.
Ya
aclaré que, naturalmente, es la Constitución que vamos
a discutir entre todos, procurando que salga lo mejor posible,
es la Constitución, digo, la que debe definir cuál sea el
procedimiento a seguir.
Segundo
juego de ideas para defender esta salvaguarda de
Fernando Póo. Ya
dije que me refería a ella como minoría que pide
salvaguarda. Pero,
naturalmente, igual salvaguarda la
garantía e igual salvaguarda la personalidad de Río Muni, por
supuesto. Por
medio de una afirmación de la personalidad
de la independencia de cada Provincia, por medio de aquellas
estructuras específicas de cada cual.
Esta claro. Que cada Provincia tenga un órgano,
digamos deliberante y de Gobierno,
al mismo tiempo que un Cuerpo colegiado por sufragio.
El nombre es lo de menos; se puede llamar Diputación
como ahora; podéis darle el nombre que más os guste, pero que
cada Provincia tenga su propio Órgano colegiado elegido, naturalmente,
por los naturales de cada Provincia, y que este
Órgano colegiado tenga una serie de competencias o que administre
esas competencias en los asuntos provinciales.
Primero
era definición de competencias.
Ahora decimos definición
de la personalidad de cada Provincia, de cada una de
las dos Provincias, por medio de una Institución propia
colegiada electiva, que sea la que cuide, vele por el
cumplimiento de esas competencias que son provinciales.
Y tercero, por medio de una participación cualificada
de Fernando
Póo en los Órganos estatales.
Quizás
esto pueda despertar algún recelo en Río Muni, pero
me dicen mis compañeros que no, puesto que estaba aceptado
en las conversaciones preliminares que hubo, o sea, autorizar
una representación cualificada de Fernando Póo en
el Órgano estatal, en el Órgano común unitario.
Naturalmente,
hay que decirlo claro, no vamos a engañar a
nadie. Se trata
de dar a Fernando Póo una representación, como
decimos, cualificada que no corresponda exactamente con su
número de población, porque en este caso, como han dicho los
Representantes de Fernando Póo, siempre quedarían en minoría,
siempre podían quedar en el peligro de ser dominados, de
ser sojuzgados - no es palabra mía -.
Para evitar esto, sería
una participación cualificada de Fernando Póo en la Asamblea
Nacional. Serían
siempre minoritarios por su número,
pero su minoría sería lo suficientemente cualificada para
que no puedan quedar en absoluta indefensión.
Se
ha hablado, e incluso se han manejado cifras, de doce
Diputados de Fernando Póo por diecinueve de Río Muni.
Segundo.
Esto tiene relación con lo anterior.
La exigencia
de unas mayorías cualificadas en el seno de esta Asamblea
que hemos citado, para tomar, para adoptar las medidas que
son de importancia, de gran interés, lo que se llama
vulgarmente "quorum".
Con el "quorum" de dos tercios, por ejemplo,
podría ser suficiente, unido con el número anterior de
Procuradores de Fernando Póo y de Río Muni, para que quedara
garantizada
la personalidad de Fernando Póo.
Se tiene, por un
lado, una minoría - siempre será minoría en la Asamblea -, pero
una minoría lo suficientemente importante para que pueda
participar en el juego de este "quorum", en las
medidas importantes. Esto es la aplicación, como decía hace un momento,
de la doctrina de los equilibrios, de los contrapesos. En
este equilibrio, esta minoría más débil no podrá quedar nunca
en indefensión.
Creo
que está claro. ¿Está
claro? ¿Sí? (ASENTIMIENTO)
Podía
pensarse en la creación de un órgano paritario con igualdad
de número, por su puesto, para asesoramiento del
Gobierno en aquellas cuestiones de interés provincial; o
sea, este Organismo no sería ejecutivo, sería simplemente consultivo;
pero sería una garantía el que un órgano paritario, en
igualdad de número, pudiese aconsejar al Gobierno en aquellas
medidas que afecten a los intereses provinciales.
Además,
tenemos una cosa muy importante que es la elección de
Presidente de la República.
Esto es de enorme interés,
porque por muchas que sean las necesidades, por mucho que sea
el contrapeso que queramos establecer, siempre cabe la
suspicacia, mucho más en las minorías, que serán las que, a
última hora, darán la verdadera solución.
Entonces, podría arbitrarse para la elección de
Presidente de la República
un colegio de compromisarios paritario, en igualdad de
condiciones, un colegio paritario de unos y de otros para elección
de Presidente de la República, ni uno más, ni uno menos,
en partes iguales, un colegio de compromisarios para elegir
- repito - al Presidente de la República.
En
cuanto a la participación en el Gobierno de estos últimos,
es el Poder Ejecutivo, es la Administración la que da
el dinero, la que administra realmente, la que manda. Para
evitar cualquier separación de los poderes garantizados
en la Constitución, en este Gobierno habría, al menos, un
tercio de una de las dos grandes Provincias, un tercio sería
de una de las dos Provincias.
Otra
fórmula es el Vicepresidente de la República o del Gobierno,
que no sé cómo está definido en la Constitución, que
tendría que ser nombrado por el Presidente elegido.
El Presidente
elegido por este Colegio paritario, en igualdad de
condiciones, este Presidente, a su vez, designaría un
Vicepresidente, que tiene que ser de Provincia distinta de la
suya, designado por el Presidente, repito, pero de Provincia
distinta de la suya. Esto
de que el Presidente sea elegido
por un Colegio de compromisarios paritario podrá ser una
garantía suficiente. ¿Está
claro? ¿Quieren que les
haga alguna aclaración?
Y
luego, naturalmente, tenemos el tema de la reforma de
la Constitución. Claro
está que cualquier Constitución puede ser rectificada, claro
está que cualquier pueblo puede enajenar para siempre su
situación y su capacidad, claro está que es el pueblo
viviente, con sus tradiciones, etc.
Todo
esto pesa en los pueblos, en los viejos y en los nuevos. El
poder constituyente reside en los pueblos que viven, que
trabajan. Pues
bien; no se puede hipotecar para siempre el futuro
constitucional, pero, al menos, parece que esto es una
inquietud, que esa reforma constitucional se haga por una
mayoría cualificada, y después sancionada por un referendum
en cada una de las dos Provincias.
Esta es una garantía
necesaria, porque no serviría para nada el que hiciésemos
una Constitución entre todos que fuese aprobada por referendum
si después, dentro de unos meses o unos años, pudiese
transformarse y venirse abajo estas garantías.
Ya
decía antes que la unidad estrecha entre todos hará que
estas cautelas no sean necesarias, que sobren.
Mientras estas
cautelas existan, es evidente que se necesitan unas garantías
sobre que esta Constitución, si la aprobamos aquí con
estas cautelas, no va a ser derogada en cualquier momento
de cualquier forma, sino por un "quorum" especial y
por referendum
especial.
Que
estamos haciendo una Patria nueva que ha tenido unos
rechinamientos en esa unión en sus comienzos, no se puede
negar. Es
evidente que hay que dar el lubricante que
pueda evitar estos rechinamientos, y esto es la salvaguarda
de la personalidad, salvaguarda que sea para hoy y que,
al mismo tiempo, sea garantía para el futuro de estas
cautelas, de estos recursos técnicos, para que no se pueda
reformar en cualquier momento y de cualquier modo la Constitución,
sino con ese refrendo aprobado por Fernando Póo.
Estas
son, expuestas con un poco de desorden, las ideas
que les someto y estoy dispuesto a darles cualquier aclaración
que precisen.
Yo
creo que son claras las cautelas, las garantías que podemos
entender como suficientes para salvaguardar la personalidad
de Fernando Póo y que entiendo que en ningún caso atontan
a lo que es la independencia unitaria de Guinea Ecuatorial
como una nación.
Sobre
todo, tenemos que partir siempre de un principio
de buena fe. Algunas
veces se, ha puesto en duda la buena fe.
La buena fe del Gobierno español, del pueblo español
más que del Gobierno, a mí me parece que es evidente, pues
estamos dispuestos a conceder la independencia, pues precisamente
estamos trabajando para eso y queremos conseguirla
cuanto antes. ¿Cuál
va a ser nuestra voluntad y nuestra intención sino que esa
independencia sea lo más eficaz posible, la mejor que pueda
tener ningún pueblo? Puede
haber, en cambio, grupos que obedezcan intereses capitalistas
que soplan a los oídos de los cándidos, pero el pueblo
español no tiene nada que ver con ellos.
Yo
os digo, hombres de Guinea, que queréis a vuestro pueblo
y queréis lo mejor para él, el pueblo español no tiene
intereses pequeños ni mezquinos en el caso de la independencia
de Guinea. Quiero
una independencia para vosotros brillante, eficaz, que sea el
espejo en que se refleje la grandeza de España, en una República
próspera, pacífica, en buena situación económica.
La presencia de grupos capitalistas
eso es ya otra cosa.
Como
Representantes del pueblo español,¿qué interés parcial
y mezquino podemos tener en esto, como no sea la grandeza de
Guinea, que es un reflejo de la grandeza de España? Es
un interés moral.
Hace
unos días, la semana pasada, no estuve entre vosotros
en las reuniones de esta II Fase de la Conferencia, porque
me encontraba en Dakar, capital de un país africano como el
vuestro. Allí
fui recibido por el Presidente de la República, Senghor, gran
poeta, gran filósofo.
(UN
RUIDO PERSISTENTE Y PENETRANTE PROCEDENTE DE LA CALLE,
IMPIDE OÍR POR COMPLETO AL ORADOR EN ESTA PARTE DE SU
DISERTACIÓN Y SE PIERDEN ALGUNAS DE SUS PALABRAS)
Decía
el Sr. Maho que en vez de una Constitución que fuesen unas
bases. Esto no es posible, pero si se desechan los
prejuicios sí por supuesto, pero, en caso contrario, sería
mejor que fuéramos artículo por artículo, aunque sea más laborioso.
Por
supuesto que, con respecto a la ONU, nadie por lo menos
de nuestra Delegación, ha dejado de reconocer su labor pacificadoras
No hace falta que se vaya a la ONU, ya el Gobierno
español quedó encargado de esta independencia y ofreció un
marco de unidad con la salvaguarda de la personalidad de
Fernando Póo. Eso no quiere decir, ni mucho menos, que exista
un menosprecio para ese alto Organismo Internacional. Nada
más.
EL
SEÑOR NSUE (D. ESTEBAN), del MUNGE:
Por
favor, Señor Gómez de Aranda, ¿tiene usted la bondad
de explicarme, en cuanto a la segunda modalidad, si el órgano
podría ser distinto o podría caber la posibilidad de que
existieran órganos distintos en una provincia y en la otra?
EL
SEÑOR GÓMEZ DE ARANDA:
Eso,
confieso que no lo he pensado, pero puede ser. Eso
depende.,ya de la conveniencia de cada provincia. Hablamos
de un órgano colegiado que represente el interés de cada
provincia; creo
que pueden ser iguales, pero ya no me meto.
EL
SEÑOR NSUE (D. ESTEBAN), del MUNGE:
He
querido entender una afirmación ...
EL
SEÑOR GÓMEZ DE ARANDA:
En
cada provincia, un órgano colegiado.
¿Constituido igual
para cada provincia? Creo
que sí, pero no hago hincapié
en ello. Lo
procedente es que cada provincia tenga su órgano
propio, elegido por sufragio, y que ese órgano propio
defienda los intereses de cada provincia.
No
me he referido a otras minorías, porque las minorías pueden
quedar defendidas. Eso
no lo he estudiado y me considero
incompetente. Si
hubiera algún medio para garantizar, dentro de la unidad,
estas minorías pequeñas, también sería bueno, aunque creo
que con esta gran garantía, este gran equilibrio entre las
dos grandes provincias, quedarían también
en equilibrio las minorías pequeñas. En esto me someto
a cualquier criterio, mucho más fundado que el mío.
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
Tiene
la palabra el Señor Ngomo.
EL
SEÑOR NGOMO NANDONGO (D. FEDERICO):
Señor
Presidente, muchas gracias.
Yo quería saber si la
intervención del Señor Gómez de Aranda es a manera de declaración
del Gobierno español o es una manifestación de un delegado.
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
Su
intervención explica el marco que el Gobierno español
ha trazado a la Conferencia y la forma en que la personalidad
de Fernando Póo puede quedar garantizada.
Las palabras del Señor Gómez de Aranda están
respaldadas por el Gobierno
español, al que representa.
EL
SEÑOR NGOMO NANDONGO (D. FEDERICO):
Muchas
gracias. Entonces, yo quería que esta declaración
se nos diera por escrito, porque si no no podemos estudiarla.
Esta es una propuesta mía.
EL
SEÑOR GÓMEZ DE ARANDA:
De
momento, no tengo escrito esto, pero creo que se puede
escribir para otro día.
EL
SEÑOR NGOMO NANDONGO (D. FEDERICO):
Es
que pasa una cosa: el
Señor Presidente (refiriéndose al Señor Gori) como me quitó
el puesto, me va a quitar también
la palabra? Por favor, lo que pasa es que la intervención
de usted (dirigiéndose al Señor Gómez de Aranda) conviene
meditarla.
EL
SEÑOR GORI MOLUBELA (D. ENRIQUE):
Perdone,
Señor Presidente. Resulta que después de tanto
... Hay un refrán en castellano que dice; "más vale tarde
que nunca", y si la dicha es buena, mejor todavía.
Nos
hemos encontrado aquí con tanto papel que ya ni se acuerda
uno. El día 22,
mi compañero Don Federico había dicho
en una de sus intervenciones, textualmente:
"Creo que el representante
del Gobierno español ha aclarado con sus palabras
la salvaguarda de la personalidad de Fernando Póo. Esa salvaguarda
conviene verla expresada en un borrador de Constitución que
haga el Gobierno español, y de esta manera la Constitución
señalaría que la salvaguarda de Fernando Póo quiere decir
esto, y así podríamos llegar a un entendimiento".
Son esas cosas acostumbradas, no en sentido peyorativo,
pero seguimos siendo españoles.
Nadie se acuerda.
Seguimos
siendo españoles y se dice que la Administración nuestra
es poco menos que elefantiásica:
burocracia grande, muchos papeles, y todo estaba aquí
y nadie se había acordado de
que lo había dicho Don Federico ese día.
Después
de la discusión de anoche, llegamos a descubrir Colón, que
ya estaba descubierto. (Risas). Descubrir América, mejor dicho.
Total, hemos llegado a lo mismo.
Esta declaración que acaba de hacer el Señor Gómez
de Aranda y que como
acaba de decir el Señor Presidente de la Mesa entra dentro
del espíritu que animó al Gobierno a firmar su declaración
oficial, el Gobierno la respalda.
Entonces, siguiendo la propuesta que había hecho Don
Alfredo, el Señor Expedito y otros, huelga el que volvamos a
insistir y estemos dando vueltas al molino, porque vamos a
estrellarnos.
Concluyendo,
y si les parece bien una propuesta mía particular,
vamos a salimos de esta esfera, vamos a trabajar concretamente
con estos principios, y estos principios me parece
que en gran parte están contenidos en el borrador del anteproyecto
que se hizo la otra vez aquí.
Pero
sin embargo, independientemente de esto, como consta
en acta, si a la Mesa le pareciese bien, independientemente
del acta, que va a ser voluminosa y va a tardar mucho, esta
intervención del Señor Gómez de Aranda se sacase como separata
y pudiese repartirse, entonces podríamos reunimos un
día aquí y sobre eso empezar a trabajar. Por ejemplo, podría
ser el jueves -mañana
es fiesta, la fiesta patronal y fiesta
de precepto, y si no el Obispo nos excomulgaría- podríamos
trabajar el jueves sobre esto y ya, sin más discusión,
llegar a conclusiones concretas para ver si podemos salir de
aquí con algo resuelto.
EL
SEÑOR MAHO SICACHA (D. LUIS):
Yo
quería hacer una pregunta,
por favor, y no lo tomen a mal.
La declaración del
Señor Gómez de Aranda, ¿vincula o no?.
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
Vincula
a la Mesa y vincula a la Conferencia.
EL
SEÑOR MAHO SICACHA (D. LUIS):
A
la Mesa, quizá; a la Conferencia, no. A
la Mesa, quizá.
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
¿A
quien quiere que vincule?
EL
SEÑOR MAHO SICACHA (D. LUIS):
A
ustedes. Segunda
cosa: ayer, el Señor
Andrés Moisés hizo
una petición a la Mesa -eso sería a la una de la madrugada
y yo ya no podía tomar notas-
y decía que por qué no se esbozaba por la Mesa y por
los técnicos qué es lo que se creía que era la salvaguarda
de la personalidad de Fernando Poo;
que Fernando Póo dijera y aceptara cuál era, qué creían
que
era su personalidad, para dialogar.
Por eso preguntaba, ¿no fue así?.
Me parecen acertadísimas las palabras del Señor Gómez
de Aranda, lo mismo que ha dicho el Señor Gori, que
se recojan, aparte de darnos el mamotreto de las actas, y
que veamos si recoge ese espíritu, pero ruego, por 'favor,
que
también se hagan constar las palabras
del Señor Barreiro,
que pronunció ayer sobre las doce y media, aunque no estoy
muy seguro en la cuestión de horario
porque ya estábamos muy
cansados.
Si
en esto estamos de acuerdo, vamos por una línea que se va
marcando. No es
que estemos en pugna las dos Delegaciones
guineanas. Nos
falta, sencillamente, un punto de arranque.
Creemos que lo hemos encontrado nosotros.
Buscamos a ver
si ahora, que va pareciendo que hay un posible acercamiento,
a ver si lo encontramos.
Son dos posiciones antagónicas. A
ver si encontramos un punto medio, en el cual nos entendamos.
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
Hay
una propuesta de la Mesa, que es la siguiente: El Señor
Gómez de Aranda ha explicado claramente la técnica por la
cual se podía garantizar la personalidad de Fernando Póo
dentro de una Constitución.
Conviene ahora rellenar este marco
que ha trazado el Señor Gómez de Aranda, porque, por ejemplo,
cuando hace referencia a las competencias del Gobierno
y de la provincia habría que enumerarlas.
Esta es la
labor. Proponemos
(es una propuesta de la Mesa) que la Delegación guineana, a
la cual se dirigían las palabras del Señor
Gómez de Aranda y las del Señor Barreiro, se reuniera sola
aquí para ver de buscar una fórmula que podría proponer al
Gobierno español, el cual no tendría el menor inconveniente
en aceptarla si viniera con la unanimidad de la Delegación
guineana. Hay que
reseñar las competencias que corresponden
al Estado y a la provincia, fijar la relación numérica
de la representación de Fernando Póo en los organismos colectivos
estatales, especificar el juego de garantías constitucionales
para la personalidad de la isla, etc.
Si
la Delegación guineana quisiera reunirse a solas, sin
técnico alguno, y llegara a un acuerdo sobre estos extremos,
habríamos superado el serio escollo que impide avanzar
a la Conferencia.
Quisiera
que se pronunciaran sobre esa propuesta.
EL
SEÑOR MAHO SICACHA (D. LUIS):
Perdone.
La declaración española no nos habla de un Gobierno
unitario. Habla de una unidad política.
¿Qué entiende
usted por una unidad política salvaguardando el resto?
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
La
expresión de Guinea es una unidad política quiere
decir que tiene organismos comunes políticos que configuran
un solo Estado. La
personalidad de Fernando Póo exige, sin embargo, unas
limitaciones a la función de los organismos
e instituciones comunes, ya que existen competencias que permanecen
en la provincia. El
señalamiento de esas competencias en la labor a realizar por
ustedes poniéndose de acuerdo
sobre lo que retiene el Gobierno Central y lo que se puede
ceder a Fernando Póo. Entiendo
que es la oportunidad de
que la Delegación guineana resuelva, a la manera africana,
entre ellos, las competencias y las garantías.
EL
SEÑOR MAHO SICACHA (D. LUIS):
Muchas
gracias, Señor Presidente.
EL
SEÑOR NSUE ANGUE (D. JOSÉ):
Quería
una aclaración, pero antes de formularla, ya se ha
adelantado la Mesa. En cuanto a la distribución de competencias,
por lo visto el Señor Gómez de Aranda ha tenido la
amabilidad de indicarnos tres procedimientos:
atribuciones expresas a la provincia, atribuciones
expresas al Estado y
reservas provinciales. Yo
creo que si nos deja ahí -como usted ya lo ha dicho ahora- si
nos deja así, volveremos al mismo
punto de partida. Ahí
está el problema. Que
el Gobierno
haga la distribución, la lista de competencias y adopte
una de estas tres fórmulas.
Por una parte, (y parece que seguramente no me va a
decir que sí porque le veo muy precipitado), y segundo, la
propuesta de Don Federico debe seguir adelante:
que nos den por escrito las palabras del Señor Gómez
de Aranda para que podamos estudiarlas con más detalle
, pero que sea el Gobierno el que determine las atribuciones
y las competencias, porque entiendo que ahí está el problema.
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
Podemos
dar un papel en el que figuren cuáles son las competencias
normales de un Estado, y ustedes separan las que
crean corresponden al Estado y las que tienen que quedar en la
provincia.
EL
SEÑOR GÓMEZ DE ARANDA (D. LUIS):
Una
aclaración concreta. Es
que mis palabras no eran una
Constitución; eran
un camino para hacer la Constitución. Quiero
decir que evidentemente esas competencias tienen que ir en la
Constitución. Pero el definirlas es cosa de ustedes.
El camino de la salvaguarda de la personalidad se aclara
con las competencias. Yo
no hago la Constitución;
hago el
camino para constituir la Constitución.
EL
SEÑOR NSUE ANGUE (D. JOSÉ):
Insisto
en que si nos mandan ahora que nos distribuyamos
las competencias, volveremos al mismo punto.
Esto por una
parte. Y por
otra, usted apuntó aquí tres procedimientos
y yo ruego que nos diga el Gobierno cuál de los tres es el
más indicado. Porque
nosotros, yo creo que esto para nosotros es dogma de fe, debe
serlo.
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
La
propuesta es la siguiente:
Una reunión de la Comisión
guineana para que intente ponerse de acuerdo sobre la distribución
de competencias. Después
el Gobierno español, sobre
tal acuerdo, fijaría definitivamente su actitud.
EL
SEÑOR MAHO SICACHA (D. LUIS):
Señor
Presidente: Hay otras propuestas. ,¿Por qué no se
estudian?
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
El
Señor Copariate tiene la palabra.
EL
SEÑOR COPARIATE MUEBAQUE (D. GASPAR):
Con
respecto a las directrices que en líneas generales acaba de
definir el Señor Gómez de Aranda, quiero nada más que se
incluya, así como se ha dicho, que para la reforma de la
Constitución se haría referendum separado;
que se incluya también que para su aprobación se haga
referendum por separado, y en cuanto a lo que denomina
provincias, así como en
otros países de Europa que exactamente no me acuerdo si es
por ejemplo, en Suiza, no estoy muy enterado de eso, hay unas pequeñas
regiones que denominan ellos cantones, nosotros podríamos dar
la denominación que creamos más adecuada;
por ejemplo, podremos decir "Territorios de
Fernando Poo" o "Territorios de Río Muni", y
luego, total, la denominación no es lo fundamental del caso,
y luego la Administración también que tuviera una denominación
Territorial de Fernando Poo o Administración Territorial de Río
Muni. Y en lo que
muchos
han protestado contra las declaraciones de alguien de
Fernando Póo de evitar la admisión de técnicos de la ONU en
este asunto, yo creo que los de Fernando Póo que han declarado
esto no es porque ataquen directamente a la ONU, sino porque
Fernando Póo nunca había dudado de la buena fe de España
en cuanto a la resolución de este problema, porque desde el
tiempo más antiguo hasta el momento en que seguimos siendo españoles,
Fernando Póo nunca se había visto humillado o rebajado
en su condición de ser español.
Por lo tanto, una prueba
de ello nos la ha dado el que se inicie esta Conferencia
y para ello no hemos ido a recurrir a otros países ni a la
ONU, los de Fernando Póo, por lo menos.
Si alguno ha ido en
representación de Fernando Póo habrá ido en representación
de un partido político, pero aquí asisten unos señores
elegidos
por los de Fernando Póo, y no como de los partidos políticos,
para aclarar que Fernando Póo no ataca a la ONU, sino que
reafirma que ni un momento había dudado de la buena fe de
España, así como no nos sentimos rebajados por pertenecer a
España. Nada más.
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
Yo
pediría que se manifiesten con precisión sobre la propuesta.
Eso nos permitiría avanzar.
Casi
todos los temas han sido suficientemente discutidos
y han tenido todos los grupos de opinión posibilidad de
hablar sobre ellos.
Y
ahora pido a los que quieran manifestar su opinión sobre
la propuesta que discutimos que lo hagan en forma concreta
y breve.
EL
SEÑOR GRANGE (D. AGUSTÍN DANIEL):
Yo,
como representante de una minoría fernandina encuadrada
dentro de la población de Fernando Póo, agradezco al señor
que ha hablado -no me acuerdo de su nombre- la explicación
que nos acaba de dar. Veo
que en su exposición la per
sonalidad
de Fernando Póo está salvaguardada de la manera que nos ha
explicado. Pero
hay una cuestión que ya en la primera fase de la Conferencia
recalqué: dentro
de Fernando
Póo y dentro de Río Muni existen minorías, que es la cuestión
fundamental. Ahora
no se habla solamente de salvaguardar
la personalidad de Fernando Póo o de dar garantías a
Fernando Póo; se
habla también de dar garantías a todas las minorías
o Porque estas
minorías pueden., en su día, causar disturbios
al conjunto de Guinea Ecuatorial.
Yo
agradecería que el Gobierno español nos dé una fórmula,
dentro de la estructura política o nacional, en la cual esas
minorías estén garantizadas, dentro del conjunto de Guinea
Ecuatorial como nación.
Nada
más. Muchas
gracias,
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
Si
la Delegación guineana renuncia a reunirse por separado
para examinar estos problemas y tratar de encontrar un acuerdo
entre ellos, no tiene inconveniente el Gobierno español
-y la Mesa en tomar la iniciativa-
en presentar un proyecto
de reparto de competencias.
Yo
quisiera que tomaran partido o expusieran su opinión sobre
mi propuesta. Ya
no tiene ningún objeto volver sobre los
demás temas debatidos.
Es
muy tarde, tenemos que levantar la sesión;
podemos levantarla con el acuerdo de que el Gobierno
español, el próximo día, presentará un proyecto de reparto
de competencias,
dentro del orden marcado por las ideas expresadas aquí por
el Señor Gómez de Aranda.
También podríamos dar una posible solución para el
problema de las minorías étnicas.
Se
ha propuesto a la Delegación guineana que se reúna y
discutan este problema y lo resuelvan en su seno.
Si este procedimiento, por lo que sea3 no lo consideran
oportuno, el
Gobierno
español acepta la responsabilidad de tomar la iniciativa.
EL
SEÑOR NGOMO NANDONGO (D.
FEDERICO):
Yo
quiero abundar en la idea de la Presidencia y la encuentro
muy acertada, porque es una cosa que vengo pidiendo desde
el 22 del mes pasado. Yo
creo que es tiempo de demostrar
por parte del Gobierno español que vive en Guinea, que conoce
nuestros problemas, pues lleva allí ciento noventa años.
Que nos demuestre estas competencias y nosotros podemos
aceptarlas o no. Vamos
a intentarlo.
EL
SEÑOR N'DONGO MIYONE (D. ATANASIO):
La
Delegación española había pedido la palabra.
Convendría que hablase para equilibrar esto un poco.
EL
SEÑOR JUSTE CESTINO (D. JOAQUÍN):
Muchas
gracias, Señor Presidente.
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
Con
la distancia no les oigo.
EL
SEÑOR JUSTE CESTINO (D. JOAQUÍN):
Para
dar a esto, quizás, la solución más rápida.
La Mesa
acaba de presentar dos proposiciones alternativas.
Por una,
la Comisión guineana se reúne y establece ella misma, sobre
una lista de competencias, cuáles corresponden a la provincia
y cuáles al Estado central.
Por la otra, también presentada como alternativa por
la Presidencia, la Delegación
española entrega a la Delegación guineana dos listas de
competencias: unas
atribuibles al Estado y otras atribuibles
a la provincia, para que la Comisión guineana sobre esa doble
lista discuta, cuya discusión será probablemente más
fácil.
Yo
creo que la mejor solución para terminar esta sesión
y que no termine a la misma hora que la de ayer, sería que
los que eligiesen la primera proposición se pusiesen de pie
y luego se pusiesen de pie los que eligiesen la segunda, y
aquélla que tuviese mayor número de votos fuese decidida como
la más conveniente.
EL
SEÑOR PRESIDENTE:
No
me someto nunca necesariamente a las ideas de la Delegación
española y por esta vez también rechazo la fórmula de
opinar por el procedimiento de quedarse sentado o ponerse en
pie. La primera propuesta ha quedado desechada porque
se han producido muestras de disconformidad bastante
palpables, y no vamos a reunir a gente que no se quiere reunir.
Eso es cosa evidente.
La Mesa hace suya la segunda y, por tanto, en la próxima
sesión la Delegación española presentará
una distribución de competencias a la consideración
de la Delegación guineana.
Con
esto se cierra ya la sesión de hoy.
Muchas gracias Hasta
el jueves, a las siete de la tarde.
Se
levanta la sesión a las veintiuna horas y veintiún minutos.
DON
JOAQUÍN CASTILLO MORENO, Marqués de Castro de Torres,
Coordinador de la Conferencia, en funciones de Secretario,
doy fe de cuanto antecede.
Madrid, fecha ut supra.
[Va
la firma]
Editado y
distribuido por ASODEGUE

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